Listas y tontos

En fin, dentro de cuatro años probaremos de nuevo si es que andamos por aquí, aunque el asunto, de manera particular, me importe lo mismo que los demás les importamos a ellos. Dicho esto, dice también haber conocido que el patio político local está revolucionado no sólo por el ala de la izquierda que antes se decía civilizada, sino también por la derecha que antes se calificaba de no troglodita. Vamos que hay más jarana que otras veces en la confección de listas y mientras los primeros parece que ya lo tienen todo atado y bien atado, los segundos han pinchado en hueso cuando lo creían más que hecho y ahí andan, a la espera de acontecimientos porque, que lo sepan todos, en esto de las listas los que cortan el bacalao al final están a una distancia lo suficientemente equidistante de Almería para que nadie con prisas pueda llegar a tiempo.

Además, nadie puede todavía coger el AVE ni un avión de ida y vuelta. Parece que la cosa está a la espera de lo que la candidata, actual alcaldesa, pueda decir o hacer y hay que tener en cuenta que lo lógico, a la hora de encabezar una candidatura, es conocer a los compañeros de viaje y el que no lo crea así que se ponga a la cola que termina en el puesto 27. Pues claro que debe ser la candidata quien apunte y señale a los que necesita a su lado y también la que apunte y dispare a los que no quiere ver ni en pintura.

En esta semana, en la que se ha parado la Liga la noticia está en que la UD Almería está a los mismos puntos de la salvación que estaba hace una semana tras empatar en casa con otro de los candidatos al descenso. Lo que parece mentira es que algunos de los doctos analistas futboleros, entre botellín y botellín, sigan haciendo cuentas. Si tan listos son y tanto aciertan en ellas, mejor que hagan quinielas y disfruten las ganancias. Mucho analizar y analizar, mucho pronosticar y pronosticar y de todos ellos solo uno le puso un ídem al Almería en su partido en casa frente al Barcelona y aun así se quedó fuera de la escala de premios.

Fútbol es fútbol, que decía Boskov y, ante lo que falta, decir ahora quien sube y quien baja no es nada ni siquiera aproximado a la matemática del azar. Claro que a la vista de lo que ocurre y de que la vox populi expresa ahora eso de que el equipo que más ha señalado a otro por la compra de árbitros, es el primero que tiene facturas de haberlos comprado, lo mismo ese sea el camino para seguir en Primera, aunque sería de tontos pensar que todos los jueces se venden. A lo más que llegan es a tener preferencias, como todo el mundo.