Pepe 'El Tomillero' es de los que creen que los políticos deberían de pensar las cosas que van a decir antes de usar la rampa de lanzamiento que tienen en su 'bocachanclas' al tiempo que también deberían renunciar al uso de las redes sociales sólo ... para tensar situaciones, insultar la inteligencia y especialmente mentir con la impunidad por bandera. Siempre ha creído que hacer todo eso no es precisamente hacer uso de la libertad de expresión y que, pese a algunas sentencias judiciales que demuestran que no todo es brillante en la carrera judicial, dando la razón al mentiroso, al que insulta y al que acusa sin pruebas, aludiendo a que en política todo vale y no hay ni vía civil ni penal que pueda actuar. No debería ser así, pero lo es de la misma manera que ningún elector, convencido de la veracidad de un programa electoral, vota para comprobar, después de tantos años de mandato o de legislatura, que quienes han gobernado con su voto no sólo no han cumplido sus promesas, sino que lo han hecho todo al revés de lo comprometido en esa especie de contrato social firmado en la campaña electoral y que los aupó al olimpo político.

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Nos quedan las hemerotecas para señalar a esos impostores políticos que tanto abundan y que son los primeros en protestar cuando se señala a todos en el mismo saco. ¿No son todos iguales? Pues claro que no lo son, hay decentes lo mismo que hay indecentes. Es algo tan natural en todos los oficios que no debía extrañarnos independientemente de que en la actividad política el porcentaje parezca mayor lo midamos con referencia al número de políticos, de circunscripciones electorales, municipios, provincias o como quieran verlo. Sinvergüenzas hay en todos sitios, también en el periodismo, la ingeniería, el sacerdocio, en la empresa privada y en la pública, en el mar y en la montaña, en el llano y en el subsuelo. Midan en las colecciones de periódicos la distancia que hay del dicho al hecho. En algunos casos se quedarán de piedra.

De piedra se quedó mi amigo al leer o escuchar lo que algunos padres de la patria de lengua floja y cerebro corto, vienen diciendo estos días acerca de las actividades llevadas a cabo por políticos del partido rival, con consumos raros, juergas, contactos y mezclas explosivas, con gastos exagerados, compras y ventas… en fin, lo de siempre. Parece que hemos entrado en aquello del «tú, más» como si el ser «menos» en el caso hipotético que se sea, fuera para enorgullecerse. Y es que, aunque apenas ha salido al ruedo político fuera de esta Almería, todavía recuerda la repercusión que tuvo cierto viaje a Bruselas «para conocer la UE» con presencia de política provincial y que incluso costó el divorcio, separación o bronca a algún miembro de la excursión de trabajo. Bueno, ¿y si hablamos de los pequeños escándalos de la llamada 'Follatur'?, perdón, 'Fitur'; o de aquél alcalde ya fallecido que premiaba a los jóvenes del pueblo cuando entraban en la edad de votar con un viajecito a la capital con recorrido por la zona roja de la mayoría de edad.

Pues nada, a seguir cada uno en lo suyo, apuntando a la paja sin ver la viga, y no sólo en cuestiones como la del pájaro canario, que también a nivel local hay que, cuanto menos, reírse de la burla a un miembro de la oposición a cuenta de su confusión con las banderas de Andalucía y Nigeria, en igual medida que miembros del gobierno habían cometido el mismo error. Pero no se preocupen, nos volverán a decir que pronto, muy pronto, tendremos autopistas, trenes, aviones y barcos con medio mundo.

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