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La gente suele confundir el fútbol con la política, pero no sé si después de la alianza de Santiago Abascal con Viktor Orbán y Vladímir Putin los votantes de Vox pueden seguir apoyando a la selección española de fútbol, que espero gane hoy la Eurocopa, ... y cuya mayor estrella, Lamine Yamal, es un chaval de 17 años recién cumplidos hijo de inmigrantes: Mounir Nasraoui (Marruecos) y Sheila Ebana (Guinea Ecuatorial). Porque, aunque no se diga abiertamente, España y Rusia están en guerra, aunque muchos ciudadanos rusos sigan veraneando en la Costa del Sol y sus hijos estudiando en las universidades españolas. Nuestros dirigentes, amantes de lo políticamente correcto, dirán que esto no es cierto, aunque estén apoyando económica y militarmente a Ucrania (pregúntenselo a Putin), algo que es imprescindible, por otra parte, y que hay que explicar abiertamente a los ciudadanos, que saben posicionarse cuando hace falta. De hecho, una de las mejores noticias políticas que hemos tenido últimamente es que los votantes le han parado los pies a la extrema derecha en Francia, país vecino y amigo, aunque los hayamos eliminado en las semifinales del campeonato. ¡Menudo golazo de Lamine Yamal! ¡Vivan tu padre y tu madre! ¡Vivan Marruecos y Guinea Ecuatorial!

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