Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La mujer barre concienzudamente la zona alrededor del árbol. Se esfuerza en que quede limpia del barro que ha formado la lluvia con la tierra ... de la base. Al principio, no entiendo por qué. Se trata de un árbol situado en la esquina entre la calle Gran Vía y la cuesta del Hospicio, en la plaza del Triunfo. Solo al acercarme me doy cuenta de que tiene sus pertenencias al pie del árbol, una maleta y algunas bolsas de plástico y que hay comida y otros objetos colgados de las ramas.
La mujer ha plantado su casa en el árbol o ha encontrado un refugio temporal bajo el árbol allí plantado. Justo al lado hay una fuente de agua potable, lo que supone indudablemente una ventaja. La mujer, de unos cincuenta años, parece estar embarazada. ¿La protegerán las ramas por la noche del frío y el agua? ¿Le servirá de algo vivir al lado de la Subdelegación de Gobierno de Granada? Nuestros países tienen que pensar ahora en defenderse de sus enemigos, no tanto en políticas sociales.
¿Estará preocupada esta mujer por el futuro de la guerra de Ucrania? ¿La habrán dejado pasar la noche allí? Creo que a la mujer hoy solo le preocupa mantener limpia esa parte del dominio público, aunque lo necesite para uso privado. ¿Querrá el Ayuntamiento cobrarle una tasa por ocupación? Todo eso lo pienso mientras cruzo la Gran Vía y paso de largo, como hacemos todos los viandantes, demasiado atareados. La mayoría ni siquiera mira a la mujer con curiosidad, aunque se trate de una imagen insólita.
Los mendigos son habitantes silenciosos, casi siempre de paso en busca de un rincón más cálido, un soportal o un cajero, algunos dan un paso más y se construyen una chabola en algún solar, como había hecho el hombre desalojado por la Policía Local esta semana del antiguo Cuartel de Automovilismo. Mientras tanto, en el Ayuntamiento se discutía en el pleno sobre las investigaciones del amaño de oposiciones en el cuerpo. Y, como es costumbre, nadie asumió la responsabilidad. El PP y el PSOE, bajo cuyos mandatos se dirigió la organización como si se tratase de la familia Corleone, se dedicaron a escenificar una discusión de patio de colegio. «¡Y tú más!». Nuestros ediles no sienten la necesidad de justificar su actuación, y les basta una mayoría para pasar página. Y me acuerdo de la mujer barriendo la parcela del árbol, de dominio público. Lo mismo haría un buen papel limpiando también a conciencia el Ayuntamiento.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.