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En el plazo de hacer la declaración de la renta, es también el momento de quejarnos sobre los impuestos que pagamos, sobre todo si el resultado es a ingresar y no a devolver. Entonces nos acordamos del Gobierno y de su familia, y echamos cuentas ... sobre lo que se ha gastado en cargos de libre designación, aunque de reojo miremos en nuestra cuenta corriente para ver los movimientos sobre restauración (que no de obras de arte) y en compras varias, que quizá coincidan con el Black Friday o los días de oro o con casi todos los días, según el nuevo calendario andaluz de los centros comerciales, que si no abren los domingos en tu propia casa debe ser por puro milagro. No es tiempo de acordarse de la sanidad, por supuesto, ni de otros servicios públicos esenciales, que deben financiarse quizá con el amor al arte, aunque éste sea un mercado en el que también abunde el fraude y la especulación.

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