Fanatismo religioso

De una peligrosa mujer con ese lóbulo en estado de incandescencia trata entre otras cosas 'La Mesías', serie de Javier Ambrossi y Javier Calvo. A falta de ver los dos últimos capítulos de los siete en total (fastidia que se vayan estrenando en Movistar con frecuencia semanal; la cuota por la plataforma la pago cada mes entera, no a plazos), creo que puedo ya decir que me parece muy buena, tanto en la dirección como en el guion. Montserrat, el personaje mesiánico de la tóxica matriarca que se cree una santa a la que le habla Dios, está interpretado por tres actrices a sus distintas edades: la joven Ana Rujas, que está muy bien; Lola Dueñas, en una interpretación memorable; y falta Carmen Machi, que nunca defrauda, en la parte final.

El meollo de la historia de 'La Mesías' está en la suerte que corren las numerosas hijas y el hijo de Montserrat. Aislados del mundo en un caserón, sin escolarizar y fanatizados hasta lo caricaturesco, ejemplifican a la perfección el proselitismo demente de las sectas más extremas, en las que la enajenación de sus miembros puede terminar en una inmolación voluntaria. Recordemos el trágico caso de la secta apocalíptica de Guyana, liderada por el iluminado Jim Jones, que en 1978 llevó al suicidio colectivo, como tránsito a un estadio superior y mejor, a 928 personas entre las que se contaban niños.

Aunque en 'La Mesías' Montserrat y su siniestro marido (Albert Pla) hacen caja con la transmisión de los mensajes divinos y el delirante grupo de pop religioso formado por las hijas, otro tipo de sectas religiosas persiguen la influencia política y la pujanza económica a gran escala. El poderoso Opus Dei es emblemático en este sentido. En la serie argentina 'El reino' (2021), dirigida por Marcelo Pyñeiro y escrita por Claudia Piñeiro, el gran Diego Peretti es un pastor evangelista con una puesta en escena próxima a los telepredicadores. En realidad no es tan santo varón como aparenta (oculta una repugnante doble vida), lo cual no obsta para que llegue a presidente de Argentina; lo cual, visto lo visto, resulta creíble.