AVIDEAL

Este periódico que usted lee lleva unas semanas peleando, poniendo sus rotativas y su imagen en pro de un AVE real que conecte de forma ... razonable Granada con Madrid. No ya por Madrid, por esta absurda red radial que algún celebérrimo y no olvidado pensó para esta, nuestra patria. Un AVE que recorra unas infraestructuras carísimas y peleadísimas durante lustros, y chapuceramente semiconcluidas. Aquí, tan aficionados a echar culpas, lo manijero es echarlas a los de ahora, pedir sus cabezas y sus torsos, pero hay que repartirlas de forma secuencial empezando por aquellos cascos que decidieron hacer un corredor apoyado en el siglo XIX, vitoreados por sus colegas peperos de aquí por aquellos entonces, algunos de los cuales aún llenan sus platos con lentejas pagadas con salarios políticos. Y después están los demás, que entraron a por uvas porque les salía más barato y querían llegar como fuera, del lado contrario. Sea, que cada cual en su casa y eso. Lo lamentable es que la clase política nazarí haya velado más por sus pucheros que por sacar a la provincia de donde estaba. Y ahora tiene que llegar el periódico a remover las realidades, las conciencias y a movilizar al personal para que alguien se ponga las pilas y se gane su sueldo, ese que pagamos. Al final, tendrá que regresar el ministro Puente para resolver esto, porque está claro que en Granada ponemos las cosas en manos vallisoletanas por si se arreglan. Espero que nos quede al menos el buen gusto por el Ribera del Duero, caldo sublime donde los haya, aunque por aquí tampoco los hacen malos, doy fe.