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Parece que el personal se hace el loco, no sé si por miedo o por prudencia. De pronto, un fascista se ha alzado con el poder absoluto de forma absolutista en los EEUU y ha comenzado a manejar el planeta como si fuese un solar ... en el que construir a su antojo, en el que hacer negocios porque él es quien paga, él es el puto amo. Por otro lado, los palmeros, porque serán los beneficiarios de esta sinrazón ultraderechista, ganando el dinero en cantidades inimaginables, esquilmando y manipulando los mensajes a su interés, apropiándose de las vidas y haciendas de los demás, que somos todos nosotros, porque nosotros también somos aquellos migrantes, y estos palestinos, aquellos indios que habitaron por los siglos en las praderas americanas antes de que llegáramos los españoles, franceses, ingleses… Regresamos a la expulsión y a la extinción de pueblos enteros, como ya ocurrió en la olvidada al parecer Segunda Guerra Mundial. Y todos callados por si este amo decidiera hacer, por ejemplo, de Andalucía su resort particular en la entrada del Mediterráneo, al otro lado de Gaza, para que veraneen los suyos en las playas de Isla Cristina, de Marbella, de la Cagaílla y de San José. Y nosotros, los que quedemos o queden, seremos sus camareros, limpiadores, cocineros, sus servidores en aquellas necesidades de estos próceres que han surgido, y no de repente. Y que tienen sus palmeros en quienes aspiran a servirles de soporte en las tierras conquistadas o compradas, con palabras que para ellos son instrumentos de reconquista, con banderas que no son las suyas, con ideas que llevaron a la vergüenza otrora a la humanidad. Todos callados, vayamos a que nos mire. Nos tocará.
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