El papa Francisco y Mongolia un año después
Leandro Sequeiros
Domingo, 1 de septiembre 2024, 23:01
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Leandro Sequeiros
Domingo, 1 de septiembre 2024, 23:01
Vivimos en un mundo en el que es tan enorme el volumen de información que cada día invade nuestra mente, que –con frecuencia– desterramos a zonas oscuras del olvido muchas de las imágenes de la realidad que nos llegan. Como «ya no es noticia» el ... viaje apostólico del papa Francisco a los cristianos de Mongolia en los primeros días de septiembre de 2023, se ha disuelto en el magma de la memoria.
Entre los días 31 de agosto y 4 de septiembre de 2023 tuvo lugar este acontecimiento eclesial con momentos muy emotivos, pero que también han marcado una huella en la presencia de los cristianos en Asia.
Dejó Roma el 31 de agosto y el viernes, día primero de septiembre de 2023, a las 10 de la mañana, llegó al aeropuerto Internacional Chinggis Khaan de Ulán Bator y se desarrolló la ceremonia oficial.
En un esfuerzo de recuperar imágenes de redes sociales, recordamos que el sábado 2 de septiembre, en la Plaza Sukhbaatar, la sociedad civil, se desarrolló la ceremonia de bienvenida a Mongolia y la visita de cortesía al presidente de la República, Ukhnaagiin Khürelsükh, en el Palacio del Gobierno. Por la tarde tuvo lugar el encuentro con los obispos, sacerdotes, misioneros, consagrados, consagradas y agentes de pastoral en la Catedral de los Santos Pedro y Pablo.
Muy emotivo y denso resultó el domingo 3 el encuentro ecuménico e interreligioso en el Hun Theatre. Y por la tarde, Bergoglio presidió la santa misa dentro del Steppe Arena, un estadio abarrotado. Al final, por sorpresa, el Papa pronunció unas palabras en las que hizo referencia al centenario de La Misa sobre el Mundo de Pierre Teilhard de Chardin, compuesta en el desierto de Ordos en Mongolia, hace entonces cien años.
El lunes 4, que fue el último día de su visita, el Sucesor de Pedro se reunió con los trabajadores de la caridad e inauguró la Casa de la Misericordia. Enseguida, la ceremonia de despedida de los ciudadanos de Mongolia en el aeropuerto Internacional Chinggis Khaan, llegando alrededor de las 17.20 al aeropuerto internacional de Roma/Fiumicino.
La referencia a Pierre Teilhard de Chardin
En el verano del año 1923, hace cien años, el jesuita científico interdisciplinar, Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955) estaba en Mongolia. Junto con otro jesuita, Émile Licent, participaban en una expedición científica, en el Desierto de Ordos, de tipo geológico. arqueológico y paleontológico.
Parece ser que el día 6 de agosto, día de la Transfiguración del Señor, sin pan ni vino para celebrar la Eucaristía, Teilhard compuso la 'Misa sobre el Mundo', una plegaria cósmica y mística de la presencia diáfana de Dios en el Corazón de la Materia.
En la Eucarístía del domingo 3 en el polideportivo Steppe Arena sorprendió a todos los presentes con unas palabras al final de la celebración que conmovieron a los seguidores de Teilhard.
Este es el texto:
«La Misa es acción de gracias, Eucaristía. Celebrarla en esta tierra me ha hecho recordar la oración del padre jesuita Pierre Teilhard de Chardin, elevada a Dios hace exactamente cien años, en el desierto de Ordos, no muy lejos de aquí».
Dice así: «Me prosterno, Dios mío, ante tu presencia en el Universo, que se ha hecho ardiente, y en los rasgos de todo lo que encuentre, y de todo lo que me suceda, y de todo lo que realice en el día de hoy, te deseo y te espero».
El padre Teilhard trabajaba en investigaciones geológicas
Deseaba ardientemente celebrar la Santa Misa, pero no tenía consigo ni pan ni vino. Fue entonces cuando compuso su 'Misa sobre el mundo', expresando su ofrenda de este modo: «Recibe, Señor, esta Hostia total que la Creación, atraída por Ti, te presenta en esta nueva aurora». Y una oración similar había nacido ya en él durante la Primera guerra mundial, mientras estaba en el frente, ejerciendo como camillero. Este sacerdote, a menudo incomprendido, había intuido que la Eucaristía se celebra, en cierto sentido, «sobre el altar del mundo» y que es «el centro vital del Universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable» (Carta enc. Laudato si', 236), incluso en un tiempo de tensiones y de guerras como el nuestro.
Recemos hoy, por tanto, con las palabras del padre Teilhard: «Verbo resplandeciente, Potencia ardiente, Tú que amasas lo múltiple para infundirle tu vida, abate sobre nosotros, te lo ruego, tus manos poderosas, tus manos previsoras, tus manos omnipresentes».
«¡Hermanos y hermanas de Mongolia, gracias por su testimonio, bayarlalaa! [¡gracias!]. Que Dios los bendiga. Están en mi corazón y permanecen en él. Acuérdense de mí, por favor, en sus oraciones y en sus pensamientos. Gracias».
Estas sentidas palabras del Papa Francisco en la misa final de su estancia (domingo 3 de septiembre 2023) quedarán impresas en el corazón y en la mente de muchos.
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