

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La baronía popular ha aceptado una compasiva trampa dilatoria para proceder al descabello político de Pablo Casado. Existe la posibilidad de que durante este trance ... se revuelva, como 'Burlero' contra el Yiyo, e intente asestar una cornada mortal por la espalda. Desde que el pasado jueves Isabel Díaz Ayuso denunciara las prácticas delictuosas de la mafia genovesa, hemos presenciado un insólito espectáculo que supera a la serie danesa Borgen. La chantajista actuación de la dirección chiquiliquatre del partido popular (jóvenes arrogantes con escasa sensatez, según el DLE), como ha calificado Esperanza Aguirre, está causando una sangría de votos. La opinión pública ha dictado sentencia unánime, salvo los medios de la izquierda: 'cui prodest'? Casado tardó en dar la cara hasta el viernes pasado. Antes, el sutil escudero Teodoro gritaba por los pasillos como el amo de la barraca: «no dimito porque no me sale de las pelotas». El tándem pretendía una cacería de brujas con tintes de misoginia y de prepotencia contra quien ha conquistado el corazón de los madrileños. Pablo eligió la palestra de la Cadena COPE y acabó por recibir la extremaunción, al confesar su total ruindad: «La cuestión es si cuando morían 700 personas al día se puede contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros». La lideresa de Chamberí, que ha gestionado durante la pandemia de forma exitosa los hospitales de Zendal e Ifema, contestó por alusiones y desbarató de un plumazo esta insidia, porque el cuestionado contrato figuraba en el Portal de Transparencia. Plantear un órdago sin pruebas a quien 'The New York Times' considera la figura más poderosa de su partido, resulta una osadía suicida. Se trata de una burda acusación falsa, como la de los viejos libidinosos contra la casta Susana. Desde la cúpula extorsionadora se pretendía una declaración en la que se negara el espionaje, a cambio de retirar el expediente disciplinario. Pepe Gotera y Otilio habían perpetrado la presunta comisión del delito de descubrimiento y revelación de secretos, al obtener información suministrada con la connivencia de la Moncloa a cambio del Tribunal de Cuentas (socios para derribar a Ayuso). El palentino abducido por el lanzador de huesos murciano ha impuesto la 'potestas' del cargo, ante la ausencia de 'auctoritas' o liderazgo; pero en los alrededores de Génova el clamor popular dirimía el domingo la contienda.
El decepcionante 'fraCasado' pretende 'hacer un Sánchez' imitando su 'Manual de Resistencia', al denunciar ante la fiscal Delgado; pero «¿De quién depende la fiscalía? Pues eso». Como relata Plutarco de Julio César: «Los idus de marzo ya han llegado, pero no han acabado». La ciudad madrileña rememora el 'no pasarán' del 2 de mayo, con la heroína Malasaña, defendiendo los ataques a la libertad que comenzaron contra Cayetana Álvarez de Toledo (en 'Políticamente indeseable' describe a los personajes), continuó en el Congreso con las arremetidas al aliado natural Abascal y reincide con contumacia contra Ayuso. La mala praxis y la envidia de Casado, le incapacitan para liderar un proyecto nacional en el que se exige probidad. Este dúo ha provocado un Waterloo, que, al equivocarse de adversario, han conducido al partido al precipicio. La crisis del PP arranca desde el Congreso de Valencia de 2008, en donde Rajoy echó a lo liberales y conservadores. Desde entonces mimetizó la ingeniería social de la izquierda, mutando en el PPSOE: la deriva en las políticas nacionalistas y antiterroristas, la ideología de género, el aborto, la memoria histórica o la independencia judicial.
En contra de la fábula de Samaniego han seguido del enemigo el consejo. Ante los complejos del centro reformismo surgió Vox, para librar la batalla contra el marxismo cultural; de ahí el cordón sanitario del resto del hemiciclo. El PP corre el riesgo de seguir los pasos de la UCD que, tras la dimisión de Adolfo Suárez en 1981 y la mayoría absoluta de Felipe González en 1982, perdió 157 diputados y se quedó con 11 escaños; luego, su base electoral se repartió entre AP y PSOE. El PP tendrá que establecer con claridad —en el próximo congreso extraordinario— un inequívoco proyecto cultural e ideológico que pueda ilusionar. Esta formación ha agotado el cupo de promesas incumplidas con su electorado. Viene bien recordar, con el nonagenario director hollywoodiense californiano, que los políticos son nuestros empleados, y que cuando alguien no hace su trabajo hay que echarlo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.