¿Cómo se llamará España en la III república?

A pesar de que ya contamos con numerosos indicios que solo el que quiera ser ciego, o cegado, puede negarse a ver, no hay más que escuchar todo lo que lleva diciendo el deslenguado de Iceta, que a duras penas cursó el bachiller pero incapaz de contenerse verbalmente, cuando ya hace un tiempo pronosticó que esto de la independencia de Cataluña se podría plantear si en un par de décadas los catalanes que quieren irse de España superan un sesenta por ciento. En este plan sigue estando el PSC pero con la hipocresía necesaria para mientras tanto ocupar puestos claves y estratégicos de la Administración estatal cuando gobierna el PSOE, y prepararse el terreno en Cataluña para ese mañana independiente, porque una cosa es irse del Estado y otra que el PSC vaya a irse de Cataluña.

Dentro de todos los disparates, mentiras y humillaciones que se llevan produciendo estos días por parte de la izquierda antiespañola pero gubernamental tanto por radio, tele o papel, lo más inquietante es cuando hablan de ese «nuevo proyecto de país» que van a construir a partir de ahora, como si la Constitución del 78 se pudiera retorcer sin más para modelar un ente territorial a imagen y semejanza de Pedro Tramp. Un proyecto de país que Iceta nos adelanta al hablar de la España federal, sabiendo perfectamente que el ministro bachiller desconoce lo más elemental del federalismo y que el objetivo es un estado confederado de realidades nacionales y naciones reales e independientes que mantendrían algún tipo de vínculo económico y electoral bajo una república de pueblos ibéricos unidos. Ignoro cómo terminarán haciendo abdicar al actual rey, pero es evidente que llegará un punto en el nuevo proyecto sanchista donde Felipe VI no podrá seguir ciñendo la Corona y ya será el momento de que Pedro se convierta en el jefe del Estado.

Comprendo que mucha gente crea que esto que pronostico es imposible, pero no solamente es posible sino que será lo que suceda si los españoles no lo remediamos en las urnas. Ya tenemos al PNV subido al carro de los indultos, pidiendo un nuevo estatuto, una nueva relación bilateral y no sé cuántas más idioteces destinadas a provocar, de facto, la desaparición de cualquier cosa que se conozca como Estado español. Después del País Vasco, vendrá Baleares y Valencia, que en manos del sanchismo separatista están acelerando de tal manera que siguen de cerca la construcción nacional catalana. Una vez en rebeldía estos territorios, llegaría la anexión de Navarra al País Vasco, el posible nuevo chiringuito andalucista que reclamaría también una relación especial con 'las Españas', y Asturias, donde el bable sería la lengua oficial y excluyente. Quedaría Galicia, madura para caer en manos del nacionalismo gracias a la dictadura galleguista impuesta por Feijóo; y, de lo que era España, quedaría Madrid, las dos Castillas, Aragón, Extremadura, Murcia, La Rioja, y Cantabria si Revilla no la ha destrozado antes. Esta es la verdadera España 2050 si el sanchismo podemita sobrevive a las próximas elecciones.