Una de las grandes preguntas que me rondan la cabeza desde hace años es qué le debemos a Zapatero para que lleve tanto tiempo intentando ... destruir España con todas sus fuerzas, ya sea aliándose a la mayor basura política de la izquierda internacional, como siendo el principal cómplice del nacionalismo separatista catalán que destila odio y fobia a todo lo que suene a nacional. Otra cosa es el Estado, del que llevan viviendo décadas y ahora administran a voluntad de un golpista prófugo ante el cual se humilla el presidente del gobierno español.
Es posible que con Zapatero empezara el declive de la esencia del bien común nacional y la deriva de la socialdemocracia española hacia una especie de secta cuasi totalitaria donde ya hace tiempo abandonaron las mínimas formas democráticas, con Chiquita de la Calzada como estrella principal en el club de la comedia gubernamental pisoteando el principio de presunción de inocencia. No se trata solamente de sectarismo- que también- sino de profundo analfabetismo que pasean orgullosos con sus maletines de ministros, porque si el cargo nunca ha hecho a la persona, ahora menos que nunca ser ministro significa que te conozcan ni en tu pueblo. Con el paso de los años te vas dando cuenta de que existen mierdas muy importantes pero que no dejan de ser mierda.
Como decía, no es que Zapatero saliese del gobierno demasiado bien. Incluso en el propio PSOE en los años posteriores a 2011 evitaban exponer demasiado a ese ex que había dejado a España al borde de la quiebra y con una tasa de paro desorbitada. En su favor solo podemos decir que tenía como asesor económico a Miguel Sebastián y que enfrente sufrió a esa oposición carroñera del Pepé con Cristobal Montoro- de Montoro a Montero, qué curioso- gritando eso de que caiga España que ya la levantaremos nosotros. Cómo acabó Rajoy ya es historia de sobra conocida.
Pero en España tenemos problemas más graves que los ex presidentes, como el actual presidente- que reina, pero no gobierna- y su principal alternativa- que ni reina, ni gobierna; solo aburre hasta a las ovejas. Por mucho que Trump sea una amenaza para el mundo global, los problemas domésticos van a seguir sin resolverse porque no existe capacidad alguna en el ejecutivo. Por no existir, ni existe el sentido de la oportunidad, con Pedro paseándose por China en plena tensión comercial creyendo que a quien molesta es a la Casa Blanca, cuando debería ser la propia Unión Europea quien estuviese desarrollando políticas para no depender de China en ninguna de las vertientes económicas.
Como no existe nadie al timón, en el Senado el Pepé reprueba a Chiquita de la Calzada como si eso importase a alguien, además de que no sirve para nada. Es curioso que la defensa de la ministra la hiciese este señor que han colocado ahí para que se eche una siesta bien pagada, Juan Espadas, echándole en cara al Pepé que recorta políticas del pacto verde europea, es decir, esa gran estafa impuesta desde Bruselas de la que la derecha es coautora y cómplice a partes iguales. A ver si para la próxima Juan hace mejor los deberes y nos cuenta algo que no sea una completa majadería.
Volviendo a nuestro héroe, Zapatero se ha convertido en el principal hacedor en el foco de este gobierno insensato e incompetente sin límite alguno. Porque al ex presidente, en sus negocios, le mueven dos obsesiones: que Estados Unidos desaparezca y que Cataluña sea una nación. Si Raxoi se enterase de qué hora es, ya estaría proponiendo una forma legal para despojar a ZP de su estatus de ex presidente de España, que según el Real Decreto 405/92 sigue gozando de tratamiento de «Presidente».
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