Que la jueza Manuela Carmena ha dejado huella tras su paso por la alcaldía de Madrid, y en la política en general, se ha puesto otra vez en evidencia. La izquierda suspira porque en la campaña electoral le acompañe en los mítines, les ofrezca una ... palabra pública de aliento o simpatía. De hecho, le han tirado los tejos casi todos los candidatos a la izquierda del PSOE, y el PSOE también. La candidata socialista a la alcaldía de Madrid, Reyes Maroto, intentó incorporarla de alguna manera. Rita Maestre, de Más Madrid, y Luis Cueto, de Recupera Madrid, ambos concejales en la oposición, pugnan por reivindicar su apoyo. Pero hay excepciones. Roberto Sotomayor, del sector de Podemos IU Alianza Verde que se presenta en los próximos comicios por los morados, no parece sentir en estos momentos gran aprecio por Manuela Carmena. Se debe a algunas críticas prudentes pero claras, como es ella, que lanzó en una entrevista sobre la ley del 'solo sí es sí'. La exalcaldesa dijo que «…si se produce un efecto que no pretendías, se modifica y punto. Pero aquí ha habido una actitud de soberbia infantil y no se puede tocar». Eso sentó fatal en la formación de Pablo Iglesias.

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Lo cierto es que Manuela Carmena se ha revelado como lo que siempre ha sido: una mujer de principios, progresista, que no se deja llevar por unos ni por otros. Esa actitud es la que más valoran quienes comparten esos puntos de vista como preceptos de vida y lo que más mella hace en los que no los practican. Que se lo digan al alcalde de Madrid por el PP, José Luis Martínez Almeida, que en su reciente visita al Papa se encontró con que el pontífice comentaba alegremente: «¡Hombre, el heredero de la gran Manuela!». Carmena y Francisco se cartean desde hace tiempo, coincidentes ambos en su preocupación, gran preocupación, por los migrantes.

Pese al deseo de los partidos y de muchos ciudadanos, Manuela dice que tiene a todos en mucha consideración y que le gustaría que llegaran a un buen acuerdo para presentarse en común, pero que a ella no se le pasa por la cabeza el retorno. Manuela Carmena es una magistrada comprometida y muy sobresaliente. Me viene a la cabeza la imagen de las diez juristas cuyos retratos encabezan el Mural Espacio de Igualdad María de Maeztu en un barrio madrileño. Allí aparecen desde el siglo XIX hasta hoy Concepción Arenal, Clara Campoamor, Mercedes Formica, María Telo, Cristina Alberdi, María Emilia Casas, Elisa Pérez Vera, Adela Asúa, Paca Sauquillo y Raimunda de Peñafort Lorente Martínez. Como Manuela Carmena, son mujeres capaces de aplicar la ley, de defenderla y pelearla a pie de calle.

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