No podemos seguir así

¿Qué está pasando? ¿Por qué en vez de aminorar esta lacra social, se incrementa? ¿Es que no se están cumpliendo los protocolos? ¿O es que esos protocolos no son eficaces y hay que buscar otros? ¿Qué es lo que estamos haciendo mal? O mejor dicho, ¿hay medidas pero no se aplican?

La referida asociación ha sido clara y contundente en un comunicado que ha difundido en el que dn cuenta de que las medidas que se están tomando no surten efecto, es decir, que no son efectivas, y han solicitado una entrevista con el ministerio de Igualdad para señalar los fallos que se están produciendo

Se hacen una pregunta terrible: ¿Cuántas mujeres y sus hijos e hijas deben morir asesinadas para que se establezcan medidas efectivas contra esa violencia que nos asesina por ser mujeres? Y se preguntan también «si no existe ninguna responsabilidad política de aquellos gobernantes que niegan la violencia, que no ponen soluciones para atajar este tipo de terrorismo machista e institucional». Se refieren a los negacionistas de este problema social.

Y se siguen preguntando: «Por qué nuestra sociedad ve sufrir a las mujeres y calla, por qué no se presta ayuda, esa sociedad que cree todavía que la violencia es un problema privado y niega el socorro a las víctimas, que no pide responsabilidades políticas por los asesinatos». Y finalizan su manifiesto: «Nosotras no estamos hipócritamente preocupadas, como dice la señora ministra. Nosotras estamos ocupadas, cada día, 24 horas al día en apoyo y acompañamiento a las víctimas abandonadas por una sociedad que las ignora y por las instituciones que ejercen maltrato político por no establecer medidas efectivas ¡Preguntennos!. Tenemos respuestas. No queremos más minutos de silencio que chillan en nuestro corazón».

Estas palabras revelan muchos detalles, entre ellos la valentía de unas mujeres heridas dispuestas a aportar su experiencia para conseguir una meta que no creo que haya nadie que sea capaz de quitarles el derecho de hacer algo útil por aquellas que están pasando por lo mismo que ellas vivieron. Dan la cara ante los que tienen el poder de que las cosas mejoren para las mujeres . Pero tienen que sentir el apoyo de esos políticos que por un puñado de votos se venden a los que ponen obstáculos para que se puedan dar las ayudas que necesitan. Hay mucha pedagogía pendiente que debería extenderse por centros educativos, movilización de psicólogos, que sepan descubrir esos condenados resortes que convierten a hombres normales y hasta cariñosos en monstruos asesinos, que no son capaces de nada más que hacer daño y matar.