Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Fíjense mis fieles lectores lo que escribí en esta columnilla, en los primeros días del mes de septiembre. Era sobre las Danas y los avisos que ya se estaban dando sobre la probabilidad de este fenómeno atmosférico: «Nuestros meteorólogos ya nos están diciendo que este ... próximo otoño nos esperan las sorpresas de las dichosas Danas y los frentes que las acompañan, que ya están avisando». Y añadía: «Que no tengamos que quejarnos otra vez de la falta de previsión de nuestras autoridades, cuando el desastre ya no tenga remedio».
Efectivamente, vinieron las Danas, especialmente en la provincia de Valencia, y se ha comprobado hasta qué punto sorprendió el desastre a la mayoría de los valencianos y a casi todos sus gobernantes, y eso que lo habían avisado. También vinieron las Danas a varias provincias andaluzas con menos efectos de destrucción, quizá porque no eran tan terribles o porque las autoridades se espabilaron un poco más que las valencianas.
Por eso me he alegrado del trabajo que ha hecho nuestro querido IDEAL, reuniendo a seis expertos que saben lo que hay que hacer para minimizar los riesgos, pues las lluvias, aunque escasas, cuando el fenómeno Dana se produce surgen muy intensas, impredecibles y muy destructivas. Cada uno ha aportado su punto de vista, según sus especialidades y experiencias científicas. Sería una buena idea que se reuniesen con las autoridades para elaborar una hoja de ruta, que tenga en cuenta los distintos aspectos y conseguir que la presencia de una dana en la atmósfera no se convierta en el horror que estamos viviendo.
Quizás todos los consultados estén de acuerdo en que tiene que haber voluntad política e inversiones para mejorar el estado de las infraestructuras hidráulicas, calculando frecuentemente los caudales de los ríos y estudiando sus comportamientos, entre otras medidas. Lo más preocupante en Granada es lo que manifiesta uno de los expertos: la mayoría de los ríos que tienen riesgo de desbordamiento en la provincia, es decir los de la cuenca mediterránea, «carecen de regulación». Increíble. En la capital tenemos otro foco de preocupación pues se requiere una intervención importante en el estado del cauce urbano del río Genil, a su paso por la ciudad pues hay tramos donde el agua pasa a gran velocidad y además añaden que el pavimento hormigonado actual impide que el agua se filtre o drene, lo que provocaría desbordamientos. Sin olvidar el Darro con sus riberas atascadas
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es la falta de autoprotección de la ciudadanía, pues no está del todo claro lo sobre qué se debe hacer y qué no. Como dice un experto en protección civil las medidas que se tomaron tras el desastre de Valencia no deberían olvidarse, porque ese es uno de los problemas: que cuando pasa el tiempo y bajamos la guardia, como si las amenazas no desapareciesen, y nos parezca que no van a volver a pasar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.