Ya no tenemos a Jesús Candel entre nosotros, nos dejó hace dos años, en octubre, y podemos decir que la causa por la que luchó denodadamente para mejorar a la Sanidad pública sigue vigente, por la sencilla razón de que estamos en situación de una ... crisis parecida a la que causaron aquellas manifestaciones que él lideraba. ¿Se acuerdan? Nunca se había visto a tanta gente a lo largo y ancho de la Gran Vía y de allí surgió una cierta conciencia cívica y algunos logros, que mis informados lectores conocen bien.

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Aquellas acciones se formalizaron en la Asociación Justicia por la Sanidad que se conformó en 2017 y tienen como objetivo que nuestra sanidad pública siga siendo digna, justa y solidaria. Pues bien, en estos días la organización que inició Jesús (alias Spiriman) está preparando una acción de protesta, que será el próximo día 20, coincidiendo con los dos años transcurridos desde su partida.

Es interesante la lista de propuestas, todas ellas muy sensatas que sustentan estas movilizaciones: que la sanidad no esté condicionada por la política; gestionar eficientemente los recursos para disminuir las demoras en la atención; distribuir mejor a los sanitarios de los centros de atención primaria; aumentar recursos para atender a las enfermedades; cubrir más enfermedades y tratamientos; aumentar el cupo de estudiantes sanitarios y mayor número de plazas para los profesionales; invertir en nuevos centros de salud y menos conciertos con centros privados; que los usuarios puedan elegir unidades de referencia de otras comunidades autónomas; que se haga exclusiva la pertenencia a la sanidad pública; transparencia en varios aspectos concretos: el número de profesionales sanitarios y el de los no sanitarios en los diversos centros y hacer públicas las reclamaciones y sugerencias de los usuarios, de manera anónima y las respuestas que se han dado.

Aparte de su vibrante y apasionado activismo, Jesús Candel dejó obras hechas, tratando de paliar los efectos de las malas políticas sanitarias de nuestra Comunidad Autónoma por deficiencias de la gestión, no tanto por falta de dinero, que también. Jesús, que vivió las experiencias de los enfermos de cáncer, formó la Fundación UAPO, es decir Unidad de Apoyo al Paciente Oncológico, sin ánimo de lucro, dedicada a ofrecer servicios gratuitos a los enfermos. Ya se han abierto centros en Madrid, Málaga y Elche, además del de Granada, y su meta es estar presentes en muchas más ciudades. Se basan en «una evidencia científica que respalda la asociación de la práctica de actividad física regular y la disminución, tanto de riesgo de padecer cáncer como de mortalidad por el mismo», como nos informan en su web. Cuentan con un equipo de profesionales, como educadores físicos, fisioterapeutas, nutricionistas, psicólogos, que tratan 23 tipos de cáncer, una enfermedad que según las previsiones de la Sociedad Española de Oncología son muy preocupantes.

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Que de nuevo se vea que estamos dispuestos a defender la Sanidad pública, una de las ramas del llamado Estado de Bienestar.

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