La Carrera

Conocer qué futuro se imagina la ciudadanía

La ciudadanía no quiere contiendas electorales, quiere un proyecto político contra el orden injusto más allá de reacciones.

MARÍA JESÚS MARTÍN GONZÁLEZ

JAÉN

Sábado, 3 de junio 2023, 10:25

Las luchas que hay que mantener frente a los resultados electorales son contra ese orden injusto. La ciudadanía lanza preguntas: para qué vamos a las elecciones y qué ofrecerán las instituciones. Se analiza qué se ha hecho bien y qué mal, qué proyecto político puede ... parar lo ocurrido. ¿Conocen qué futuro se imagina la ciudadanía? Para no perder un gobierno de coalición cuál es el plan. El presidente quiere fortalecer a su partido, voto útil dice frente a las derechas; pero, sí hay un pero que no conviene olvidar, la reforma fiscal se quedó en un libro blanco, ley vivienda no se aplicará. La ciudadanía no quiere contiendas electorales, quiere un proyecto político contra el orden injusto más allá de reacciones, para dar la batalla cultural contra el avance conservador, pérdida de derechos y sus representantes actuales. Menos preocupación por las carreras profesionales y un proyecto con y para la gente. Afrontar ese vaciamiento ideológico que se ha dado, porque otro mundo es posible, la esperanza es esencial para cambiar las cosas, es una cuestión política y la ciudadanía tiene capacidad y esperanza. Exige luchar por el cambio climático y por unas condiciones laborales y salariales justas. Rechaza a los desertores felices, acumular, controlar, acelerar y la deshumanización.

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Franco Berardi propone la deserción, desasimiento del nudo que nos ataba a la trampa. Barbara Striegler, filósofa, ha participado en el ciclo de debates 'La noche de las ideas', y reclama aumentar el derecho de la ciudadanía a manifestarse, llama a movilizar la inteligencia colectiva de los públicos, a multiplicar las iniciativas democráticas y a inventar desde abajo el futuro colectivo. Confía en un sistema de gobierno 'del pueblo para el pueblo'.

Existe el agobio de vivir, porque la pobreza, la precariedad, la exclusión, la explotación laboral, siguen en el día a día de muchas personas de Andalucía y de Jaén. Demasiadas políticas de propaganda. Es imposible que la ciudadanía se manifieste todos los días frente al modelo de gestión. Ha aplicado rodillo para tramitar la ley de regadíos autoritaria sobre el negacionismo climático, sin que el Parlamento escuche a los expertos de Doñana, falta la ciencia, falta el consejo de participación, falta entidades sociales, es inadmisible la parcialidad de quienes comparecen.

Miguel Delibes, biólogo vetado en el Parlamento por la pareja política que manda, considera penoso no se escuche al Consejo de Participación; es incomprensible que los políticos no se den cuenta del daño que hacen a la agricultura con la ley Doñana. Parece que no le ocupa el olivar de Jaén y otras provincias. También se ha sabido que el acceso público a la juventud en Andalucía sigue sin resolverse o camina hacia atrás porque poner en marcha las medidas, según la propuesta autonómica, beneficiará a los bancos. El matrimonio político vota en Bruselas contra una ley para evitar la explotación laboral y el trabajo infantil. Qué pasa con el incumplimiento de la ley de Bioclimatización en los colegios andaluces. Por qué se quiere retroceder en derechos y libertades, para eso se gobierna?

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