Maribel de Falla, más que granadina adoptiva
José Luis Kastiyo
Miércoles, 9 de febrero 2022, 01:12
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
José Luis Kastiyo
Miércoles, 9 de febrero 2022, 01:12
Maribel de Falla era un personaje al que la Granada de la cultura deberá rendir homenaje constante de gratitud y reconocimiento. La sobrina del compositor Manuel de Falla, que había elegido ser vecino de nuestra ciudad durante cerca de veinte años, parece que recibió como ... legado del músico el compromiso de mantener su permanente amor a Granada a través de ella y de sus descendientes. Y así se viene cumpliendo, hasta el punto de que deja enraizada aquí una simiente que estamos seguros que perdurará en el tiempo.
Maribel de Falla recordaba las visitas granadinas que, siendo muy niña y acompañada por sus padres, hiciera a su tío en el carmen del 'Ave María', en la Antequeruela Alta granadina. Pero fue más adelante cuando su amistad con Granada se estrechó hasta hacerse fiel y duradera y permanecer viva durante décadas. Con motivo del estreno de 'Atlántida' en Cádiz, en noviembre de 1961, coincidieron el matrimonio Maribel de Falla/José María García de Paredes y el entonces alcalde de Granada Manuel Sola. Gran aficionado a la música, era un devoto admirador de la obra de Falla y entre sus proyectos inmediatos contaba el de adquirir el carmen donde el compositor gaditano había fijado la más prolongada vecindad de su vida. La operación de compra se materializó en marzo de 1962, poco después de aquella conversación.
Aquel encuentro, cercano a la tumba de don Manuel en la catedral de su Cádiz natal, determinó la primera y generosa decisión de la heredera del compositor: donar gratuitamente a Granada todos los muebles y enseres originales del hogar del músico, que se conservaban en nuestra ciudad desde que él marchó a la Argentina. En efecto, en junio de 1965 se inauguraba la casa museo en toda su autenticidad, primer embrión del complejo que hace de Granada la capital cultural de la vida y la obra de Manuel de Falla.
Corporaciones municipales siguientes, las presididas por Pérez Serrabona y Morales Souvirón, en estrecha relación con ella y su marido, adquieren los cármenes colindantes de Santa Rita, Matamoros y Gran Capitán y construyen el Centro Cultural Manuel de Falla (el popular Auditorio, inaugurado en junio de 1978) para el que el arquitecto García de Paredes donara sus honorarios como autor del proyecto. Años más tarde, el Ayuntamiento presidido por el alcalde Antonio Jara, culmina el acuerdo con la única heredera del músico para que la Fundación Archivo Manuel de Falla, que ella presidía, fijara su domicilio en Granada.
Al inaugurarse en marzo de 1991, en un edificio colindante al Auditorio y la Casa Museo, se cerraba un inmenso proyecto cultural que enriquece a Granada de manera muy singular y a cuyo objetivo prestó una decisiva gestión política y personal el entonces concejal José Miguel Castillo Higueras, trágicamente desaparecido hace pocas fechas. Todo ello bajo la irrepetible figura de una mujer entusiasta, enamorada de Granada, que no solo nos deja el testimonio fehaciente y palpable de su generosidad con esta ciudad: son ejemplares sus valiosísimas donaciones y cesiones del patrimonio del compositor, que alcanzaría cifras de vértigo si hubiese aceptado en su día alguna de las tentadoras ofertas procedentes de diversos países. Un patrimonio que acrecentó acudiendo a título personal a subastas internacionales, para que partituras y recuerdos por ella adquiridos pudiesen enriquecer el archivo Manuel de Falla. Su excelente amistad con otros músicos y compositores, entre los que destaca el clavecinista Rafael Puyana, que legó su excepcional colección de clavicémbalos y su formidable biblioteca, han permitido incrementar los fondos del voluminoso archivo.
Casa Museo, Centro Cultural y Archivo son, al mismo tiempo, un admirable ejemplo de la plena identificación de sucesivos ayuntamientos aunados en el ambicioso proyecto común en torno a Manuel de Falla, pese a ser tan distantes políticamente. Nadie puede dudar de que su sobrina contribuyó decisivamente a esa continuidad en la idea, pasada pacíficamente como testigo de unas a otras corporaciones municipales desde hace más de 60 años. El prestigioso crítico musical Enrique Franco, cercano conocedor de su fértil constancia, la definió como «gentil ariete» cuando fue tan convincente en la gestión ante organismos estatales a favor de la conclusión de las obras del auditorio.
Mujer muy inteligente y culta, cordial, valiente y generosa, de trato afable, aparentemente débil, defendía sus convicciones con una sonrisa que matizaba su rotunda firmeza. La conocí en 1962 y la traté con frecuencia durante veinte años en mi calidad de secretario general del Patronato de la Casa Museo Manuel de Falla, en el que Maribel encabezaba la representación de la familia del músico.
De esta tremenda, hosca, apática, desagradecida Granada, cabe esperar algo más que el pasajero recuerdo de estas horas de duelo hacia una admirable y ejemplar granadina adoptiva a cuya familia enviamos un abrazo entrañable.
Descanse en paz María Isabel de Falla.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.