Feminismo 'de verdad'

La labor que realizan las neuronas hubiera quedado absolutamente nítida si uno de esos episodios se hubiera grabado en la cabeza de Feijóo durante su discurso por el Día Internacional de las Mujeres que ofreció en Palma. Hubiéramos aprendido cuán importante es recibir información precisa del exterior para que, efectivamente, el cuerpo pueda funcionar correctamente. En esta ocasión, el verbo. Los estímulos son importantes, pero también lo es interpretarlos y es aquí donde los jefes de la nave Star Trek de Feijóo marcaron la diferencia. Liaron a las neuronas de tal modo que no pudieron unir ni una dentrita en el tiempo en el que las mujeres asistentes padecieron su discurso.

En su confusión, las neuronas azules llenaron el discurso de Feijóo de dislates reconociendo como único modelo feminista el de nuestras abuelas, esas niñas nacidas en los años 1910 o 1920 a quienes no se les permitió –salvo en la República- estudiar en la universidad, a quienes se les educaba en las labores de casa y quienes tenían que pedir permiso a sus maridos para poder sacar dinero. Rememoraba Feijóo como verdadero y único espíritu feminista el de aquella época en la que la violencia de género se llamaba 'crimen pasional' y al asesino no le pasaba absolutamente nada si acababa con la vida de su esposa o le daba una paliza y le dejaba semiinconsciente.

De la nave Star Trek de Feijóo llegaban a manos de las neuronas azules teorías como que las formaciones de izquierda utilizan a las mujeres y que estas –más tontas que sus abuelas- nos estamos dejando llevar por una marea ideológica que no nos va a llevar a ningún sitio bueno.

Parece ser que a última hora, uno de los jefes de la nave rompió involuntariamente y, por tanto, no entregó a la neurona que aguardaba el siguiente mensaje esa teoría de Feijóo que justifica la violencia machista sobre la mujer si esta le está haciendo pasar por un 'divorcio duro' al varón.

Sin embargo, en el último momento, antes de dar por finalizado el episodio de 'Érase una vez… la vida' las neuronas recibieron un asombroso mensaje que llevaron rápidamente al verbo y lo reprodujo. Decía: «En la lucha por la igualdad no sobra nadie, sobran la hipocresía y el sectarismo. La hipocresía es el peor enemigo de la igualdad». Por fin, los de la Star Trek habían dado con la clave e hicieron que Feijóo trasladara el mejor mensaje que se ajustaba a los estímulos exteriores que recibe y a su formación interior. Si ha pedido que le dejemos abandonar la lucha por la igualdad hay que hacer cumplir su voluntad.