Me preocupa el serio problema de aislamiento de la Junta de Andalucía. Resulta que somos la única comunidad autónoma que desconocía que el 20 de ... abril de 2022 entraría en vigor un Real Decreto que eliminaría el uso obligatorio de la mascarilla en espacios interiores salvo las excepciones que dicta la propia norma –centros sociosanitarios, transporte público, etc.-. El consejero de Salud venía a decir que se había despertado prácticamente con la noticia ese día, la mañana de miércoles. Teniendo en cuenta que el propio consejero tuvo conocimiento directo de todos los contenidos abordados de la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud convocada por el Ministerio de Sanidad y celebrada el día 6 de abril en Toledo en el que se adelantó la cuestión de la eliminación de la mascarilla, al problema de comunicación se añade el de audición y comprensión cuando se le habla al máximo representante de la gestión sanitaria en Andalucía. Y de memoria, porque tuiteaba la noticia ese mismo día, el día 6.
Mientras el resto de comunidades lo tenían y lo siguen teniendo claro, aquí, en Andalucía, no se había enterado ni el consejero; y en Almería la delegada del Gobierno decía que Pedro Sánchez había tomado la medida de manera «unilateral» sabiendo, como debería ser su responsabilidad, que se produjo la reunión de Toledo. En cualquier caso, no sé si Maribel Sánchez ha acabado ya de leer el BOE que, dijo, «le había llegado» el miércoles y por el que se había enterado de la nueva normativa. Vamos apañados y apañadas si la delegada del Gobierno alardea de desinformación en cuestiones de salud.
Pero la confrontación más bochornosa ha sido la de Educación que, sabiendo que el día 20 de abril quedaría expresamente permitido acudir al colegio sin mascarilla y atender a los docentes en el aula sin este sistema de protección que llevamos hace ya dos años a cuestas, no fue capaz de dirigir una circular a los equipos directivos para evitar las tensiones que se produjeron en muchos centros educativos y dar conocimiento del hecho de que los menores y mayores podrían acudir a los centros educativos sin mascarilla desde el propio miércoles. El «gobierno de la anticipación», como se proclaman, ha vuelto a fallar y, creo, que a conciencia. Su único objetivo es confrontar con el Gobierno de España y, si para ello tienen que llevarnos a todos y todas por delante, lo harán. El poco respeto con el que nos tratan a la población roza ya el insulto. Cuando se permitió aumentar aforo en espacios públicos e, incluso, celebrar festejos, no pusieron ninguna objeción; es más, fueron a lo máximo y, de ahí, los brotes de la Navidad del año anterior, por ejemplo. Ahora, que nos dejan, a todos por igual, decidir si queremos usar la mascarilla o no, siguen dando tormento. Y, ojo, que se la puede quitar quien así lo desee, a nadie se obliga.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.