![Matices frente al simplismo](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/201904/03/media/cortadas/RafaelSnchezFerlosio-kGAC-U701075952326QnF-624x385@Ideal.jpg)
Matices frente al simplismo
La Carrera ·
Buscar las singularidades, los detalles, profundizar en ello, debiera ser un objetivo importante de cada uno de nosotrosSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
La Carrera ·
Buscar las singularidades, los detalles, profundizar en ello, debiera ser un objetivo importante de cada uno de nosotrosSe nos ha ido Rafael Sánchez Ferlosio, un autor que se hizo un símbolo, un escritor enorme que se puso en el borde del cuadro para decirnos que no son buenos tantos linderos impuestos, en la vida, y en la literatura. Y lo hizo genialmente, ... con una aparente ingenua actitud, tantas veces espinosa para el común de la grey. Siempre despierto, sin ceder al maniqueísmo, se convirtió en un combatiente aguerrido, radical con sus ensayos, con sus relatos, frente a lo establecido. Defendió tozudamente los matices. Renegaba de las frases hechas, de la sinrazón, de los argumentos aparentemente incuestionables. Igualmente rechazaba la autocomplacencia, algo que ejercía constantemente consigo mismo. Nunca cejaba en su batalla contra la hipocresía, los tópicos y esa España que se empeña en dividirse en dos bandos antagónicos. Nos cuesta apreciar los matices y cada vez más. La sociedad se ha vuelto en exceso reduccionista; tendemos a que todo sea blanco o negro, y los matices no gustan. Priman los extremos y la mirada unívoca. Es el tiempo del ciberespacio, de las redes sociales, y de una gran cantidad de vehículos informáticos que día a día se incorporan a nuestra vida. Más que nunca manejamos una extraordinaria información, y la comunicación al instante y universal es una henchida realidad. Pero sin embargo entre tanto, estamos perdiendo los matices, dejamos escapar los detalles afinados. Estamos decayendo en el manejo de nuestro idioma, que es capaz de distinguir entre un paraguas y una sombrilla, entre lluvia y llovizna. Estamos cada vez más dejando de hablar con pinceles para usar la brocha, la brocha gorda.
El idioma es tan rico que no es lo mismo decir: «este hombre es listo» que «este hombre es un listo». El artículo nos ha abierto a un matiz importante. La primera apreciación que el diccionario de la Academia Española tiene de matiz es: rasgo poco perceptible que da a algo un carácter determinado. Ese carácter determinado en infinidad de ocasiones es lo esencial. Dicen que hay 2.500 variedades de manzanas. Para todas ellas empleamos la misma palabra. Sin embargo, y sin irnos a todas las clases de esta fruta, seguro que de algunas de ellas si sabemos apreciar algunos matices. Y si aumentáramos la percepción de esos detalles, ganaríamos cada vez mayor sensibilidad para considerar sutilezas que diferencian unas manzanas de otras. Pasa igual con los vinos. No hay que ser un reputado enólogo que sabe apreciar una grandísima y compleja variedad de sutilezas en un vino, para que humildemente nosotros, aunque sea grosso modo distingamos matices que diferencian dos vinos determinados.
Comprender, los matices de conceptos y emociones afecta a todas las personas, porque configura los valores, las experiencias que se tienen y las decisiones vitales que se toman. Por eso, buscar las singularidades, los detalles, profundizar en ello, debiera ser un objetivo importante de cada uno de nosotros. En los matices, en los pormenores, está la verdadera luz de nuestra existencia. Las menudencias son de vital importancia para salvar las rutinas. El diccionario en las otras apreciaciones del término matiz nos dice que es la unión de diversos colores mezclados con proporción, o cada una de las gradaciones que puede recibir un color sin perder el nombre que lo distingue de los demás. También aparece como el rasgo y tono de especial colorido y expresión en las obras literarias. En música, es cada uno de los distintos grados o niveles de intensidad o de ritmo en que se realizan uno o varios sonidos, piezas de música completas o pasajes determinados de una obra musical. En todas esas enunciaciones, el matiz es un acento especial que rompe con lo omnímodo. Es en arte la evidencia sutil que diferencia por ejemplo una gran obra de una obra maestra. Óscar Wilde decía en una de sus obras que no es superficial quien no maneja en profundidad todos los temas, sino quien no tiene una actitud humilde que permita seguir avanzando y al mismo tiempo estar abierto a la sorpresa, a la novedad, al contrapunto. Por eso es superficial el que cree que ya posee la verdad absoluta, o el que considera intrascendente algo que no conoce bien. El matiz nos ayuda a no caer en esos simplismos baratos que dominan el panorama actual. La humilde y efímera amapola, si se fijan, nos regala en su coloración una infinita paleta de matices. Pues eso.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.