Edición

Borrar

Mentira sobre verdad

El mundo se escandaliza a la par que se frota las manos y se relame los labios

FRANCIS LÓPEZ GUERRERO

Lunes, 22 de julio 2019, 00:14

Acababa de cumplir los 18 años y decidí empaparme de Elvis. Me compré con unos ahorros una doble casete de la época y pude comprobar ... que aquel tío hermoso de póster de quinceañera no tenía voz, sino un abismo gutural por donde subía y bajaba cómodamente cualquier canción. Sonaban 'American Trilogy' o ' Love letters' y comprendí por qué los humanos divinizamos a los artistas que nos abren una senda de sosiego o emoción entre los auriculares y nuestro hipotético espíritu. Caminé por esa senda gustosamente y con el paso del tiempo me di cuenta de que yo también quise un día a Elvis Aaron Presley, y me temo, que ha sido muy difícil serle infiel. Hace más de cuarenta años que desapareció. Y los medios de comunicación y la frivolidad oficial lo recuerdan y lo celebran con todos los tópicos típicos del más acendrado tipismo: el tupé, el cadillac, los fans, 'Graceland', el presunto rock rebelde. Mentira sobre verdad, la clave ontológica de nuestra contemporaneidad. La diferencia capital es que 'American Trilogy' o 'Love letters' siguen abriendo un sendero de emotividad entre el reproductor y nuestro corazón.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Mentira sobre verdad