Metaverso: lo que nos faltaba

También hemos visto como la elección del representante español en el próximo Festival de Eurovisión se convierte en cuestión de estado. La polémica ha trascendido las redes sociales, expandiéndose por todos los medios de comunicación. Hemos llegado a ver y oír a un presidente autonómico meterse en este charco para defender la actuación unas paisanas, echando más leña al fuego ¿Le vendrá bien tanto ruido a un concurso musical que ha venido a menos en los últimos años?

Mientras el común de los mortales andaba dedicándole tiempo y tripas a un asunto tan determinante para el futuro de la humanidad, la actual ola de coronavirus parece que va echando el freno. Dicen los expertos que para marzo estará la cosa bastante mejor y en unos días se eliminará la obligatoriedad de llevar puesta la mascarilla en exteriores ¿Será la definitiva o todavía nos sorprenderán nuevos escenarios?

Entre Rusia, Ucrania y el resto del mundo tampoco baja la temperatura. Se siguen acumulando efectivos militares en la zona, por lo que pueda pasar en los próximos días. Lo que nos faltaba en el actual escenario de pandemia y de crisis energética, subida del precio de las materias primas e inflación descontrolada. Dice ahora el Banco Central Europeo que los precios seguirán escalando y nos va preparando el cuerpo para un incremento del precio de las hipotecas en un futuro no muy lejano.

Visto lo visto, no me extraña que cada vez sean más los que se adentran en el Metaverso, un mundo digital paralelo al nuestro en el que mediante un avatar cualquiera puede tener una segunda vida. Grandes corporaciones como Meta (antes Facebook) van a echar el resto durante los próximos años en desarrollar esta dimensión todavía por explorar.

Allí no se funciona con euros, ni con dólares, sino con tokens, que al final es dinero virtual. Los seres humanos, capaces de lo mejor y de lo peor, ya hemos conseguido llevar la especulación urbanística a este mapa pixelado. Hay usuarios que están pagando auténticas fortunas del mundo real por terrenos o inmuebles en el Metaverso. También se ha disparado el precio de los llamados NFT o token no fungibles, que no son más que objetos únicos del mundo digital.

Lo más triste es que también ha aparecido ya el lado más violento y repugnante. En los últimos días una ciudadana estadounidense ha denunciado ser la primera víctima de acoso y violación sexual virtual a través de la plataforma de Mark Zuckerberg ¿Qué será lo próximo? Las posibilidades son infinitas para bien y para mal.