Cuando pedimos una hamburguesa en un restaurante, es común que el camarero nos pregunte en qué punto queremos la carne. Esto nos hace dudar ya que, en los últimos años, ha crecido la tendencia de consumir hamburguesas poco hechas o casi crudas, impulsada en gran ... medida por las redes sociales y la promoción de influencers que aseguran que de esta forma se resalta la calidad de la carne. Pero, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, este es un consejo muy arriesgado que a continuación veremos qué consecuencias puede tener.
Ahora que va a llegar a Almería 'The Champions Burger', un macroevento itinerante que desde febrero recorre las mayores ciudades españolas en un concurso en busca de «la mejor hamburguesa del país», conviene recordar que hace un mes pasó por Pamplona y las autoridades sanitarias acaban de reportar un incidente muy preocupante relacionado con el consumo de hamburguesas con carnes poco hechas en dicho evento: al menos, 23 personas (2 de ellas hospitalizadas) sufrieron una toxiinfección alimentaria por Escherichia coli verotoxigénica. La peligrosidad de este tipo de bacteria de nombre impronunciable recae en que en los grupos poblacionales más sensibles (niños menores de 5 año, personas mayores de 65 años, e inmunodeprimidos) la infección puede provocar complicaciones como la colitis hemorrágica y el síndrome hemolítico-urémico, causando graves lesiones renales crónicas.
¿Y cómo las podemos evitar? Estas bacterias se encuentran principalmente en la carne cruda de vacuno y se eliminan con un tratamiento térmico superior a 70ºC. Por lo que, el correcto cocinado de la misma, junto a una correcta conservación y manipulación antes y después de ser cocinada, sería suficiente para mantenerlas a raya.
Este tipo de situaciones nos recuerda la importancia de mantener altos estándares de seguridad alimentaria, especialmente en eventos que congregan a grandes multitudes, ya que el riesgo de sufrir una intoxicación es mayor. La seguridad del consumidor final debe ser siempre una prioridad por lo que es fundamental que los organizadores de eventos tengan implantadas unas medidas de buenas prácticas de manipulación e higiene como las que hemos comentado anteriormente y comprobar que sus proveedores de alimentos cumplan con los criterios microbiológicos y normas de calidad aplicables.
Además, es esencial que los asistentes estén informados sobre los riesgos que acarrean consumir este tipo de elaboraciones poco cocinadas y sepan cómo actuar en caso de una intoxicación alimentaria.
La educación y la prevención son clave para disfrutar de experiencias gastronómicas de este tipo, que, personalmente, me encantan y las veo muy positivas tanto a nivel social como culinario... ¡pero nunca dejando de lado la seguridad alimentaria!
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.