La misa pagana de JT
Opinión ·
El junco de madera que torea a medio camino entre Manolete y San Juan de la Cruz sale de las sombras y se cita con el toro en nuestra plazaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Opinión ·
El junco de madera que torea a medio camino entre Manolete y San Juan de la Cruz sale de las sombras y se cita con el toro en nuestra plazaJosé Tomás no reaparece en Granada. Lo más correcto, y así lo escribo, es que el 22 de junio José Tomás se aparecerá en Granada, Dios mediante y si el tiempo no lo impide. Y a los creyentes nos sale la felicidad por todos ... los poros del cuerpo. Y a los no creyentes, a los antitaurinos, a los indiferentes y al resto del planeta de los toros (Martínez Cañavate) la noticia les cabrea o les deja fríos.
JT ha convertido cada reaparición suya en un acontecimiento universal. Vuelve el mito. La leyenda se hace carne. El junco de madera que torea a medio camino entre Manolete y San Juan de la Cruz sale de las sombras y se cita con el toro en nuestra plaza. Ya es la segunda vez que elige la Monumental de Frascuelo para resucitar el miedo, la pasión y el vértigo que supone ver a un hombre, y no a uno cualquiera, citando a un animal de media tonelada, armado con dos puñales, diseñado para embestir y, si se da el caso, matar al que lo cita. La fecha es mala para los políticos, les coge fuera ya del turbión electoral que se nos avecina y, por tanto, no podrán ofrecerle un puesto en las listas ni en la diana del odio.
Sobre esa carrera demencial emprendida por los partidos de la derecha para ponerse a la cabeza del taurinismo no está de más recordar que José Tomás es republicano y de izquierdas, como lo fueron muchos toreros a lo largo de la historia y como lo son muchos de quienes se sientan en los tendidos. Tantos como de la otra acera ideológica. La vinculación de la fiesta de los toros a la derecha es tan arbitraria como falsa. Es una trampa en la que muchos caen, comenzando por los propios taurinos. La izquierda posmoderna, no desde luego la de Alfonso Guerra, capaz de arriesgarse a un escándalo por usar un avión oficial con tal de llegar a tiempo a ver a Curro en la Maestranza, tampoco la de La Pasionaria, que presidía festejos en Las Ventas, digo que la izquierda reinante ha hecho fortuna con la venta de un discurso animalista y ecologista como arma para atacar a una expresión cultural, a una actividad económica que, si por algo se caracteriza, es por su responsabilidad medioambiental y por los miles de millones de euros que genera, con su correspondiente contribución fiscal.
Franco odiaba los toros. Como Felipe VI, como su madre. Y me parece muy bien. Para que desaparezcan las corridas basta con no ir. Los toros son una pasión. Como tal pasión tienen mucho de irracional y, por ese motivo, renuncio a buscarle explicaciones o coartadas. Es una pulsión estética, visceral si se quiere, que llama como un imán y reúne a sus fieles alrededor de una misa pagana en la que todo lo que sucede ahí abajo, el arte más sublime, el fracaso más estrepitoso, la vida o la muerte de sus protagonistas es completamente real. Y José Tomás ha elegido Granada para oficiar una de esas misas. Quién sabe si la última de su vida. Suerte, maestro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.