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Un mundo inexplorado

Serán esos hábitos de pobre los que no dejan envidiar a estos millonarios que se montan en un cohete, suben 100 kilómetros, y vuelven a bajar

Tomás Val

Viernes, 23 de julio 2021, 01:49

Es una suerte tener el paladar de pobre. Hace un tiempo, me invitaron a un exclusivo restaurante vasco, donde uno de esos cocineros que son Dios bendito para la guía Michelin. 240 euros, bebidas aparte. Nada memorable. Esas grandes experiencias suelen quedarse en nada tal ... vez porque uno no tiene educado el paladar. Para todo se necesita educación: comer, leer, vivir, amar... En mi despacho, mirándome de frente, tengo una fotografía gigante de Marilyn Monroe colgada de la pared. He ido aprendiendo a admirarla y cada día está más guapa. Mi hijo y sus amigos, de 20 años, almas en agraz, pasan frente a ella y ni siquiera le echan un vistazo. Bárbaros.

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