Me gusta el papel escrito porque tiene todo lo que se necesita para llevar una dieta informativa equilibrada, en la que se conjugan factores como la profesionalidad de los periodistas, la veracidad y algo que solo se estudia pateando a diario esa prestigiosa facultad de ... la información que es la calle: la noticia fresca.

Publicidad

El periódico de papel no ceba al lector informativamente como si fuese ganado. Como lo respeta, le ofrece una información transversal, o sea, ese «un poco de todo» que algunos llaman información y cultura.

Hay una historia preciosa que habla mejor que yo de la importancia de un periódico en la vida de una persona. Se trata de la vivencia de un jardinero cuyo trabajo consistía en el mantenimiento del jardín de un señor con posibles, al que nunca fue posible sentarse serenamente a leer su IDEAL del día, así que a las ocho de la tarde el periódico pasaba a las manos y el interés del jardinero, que se lo leía de cabo a rabo, y también hasta el rabillo. Y de postre, el 'chupito' de Manuel Alcántara, que entonaba el cuerpo y el espíritu. Se encontraba nuestro protagonista podando las buganvillas cuando a un individuo que pasaba por allí le dio por arrancar unas cuantas rosas. Lejos de 'injertarle' las tijeras de podar, el jardinero le sugirió: «Buen hombre, no arranque las rosas, que le quita el perfume a la calle». Pura ambrosía en la palabra. Nuestro jardinero comentaba siempre a sus allegados que el mejor momento del día era cuando se sentaba delante de su IDEAL para empaparse del mundo más allá de su jardín de las delicias. Según él, con nuestro periódico aprendió a leer y a hablar correctamente, ya que en plena posguerra fue sacado de la escuela y enviado a guardar marranos, una actividad poco compatible con el aprendizaje lingüístico.

Un apunte personal. Siendo muy joven vendí la 'Hoja del Lunes' en la calle para llevar unas pesetas a mis padres, también hijos de la posguerra sin escuela, y para disfrutar de aquel olor a papel recién salido de la rotativa. Sigo unido a aquel olor, tanto como el jardinero de nuestra historia a sus flores y a su ejemplar de IDEAL, que es la mejor manera de oler profundamente Granada todos los días.

Publicidad

IDEAL ha cumplido noventa años, pero noventa años no es nada porque aún no ha envejecido el interés original que nos invitó a acercarnos a la noticia por y para usted. 

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad