Partido pluripopular

Pero hablando de inteligencia política, no debemos confundirnos respecto al nuevo líder del PP: está un escalón en la evolución dialéctica-cerebral por encima de Casado, pero sigue muchos escalones por debajo de lo que necesita la oposición de este país para que, además de ser responsable, sea indispensable. A su lado está la derecha beata pro húngara, que es irresponsable; y el centro superior liberal de Ciudadanos, que es irrelevante. Hay quien piensa que con la mezcla de estas tres alternativas al sanchismo-comunismo se podrán evitar otros 4 años de Pedro Tramp y de degradación de nuestro sistema democrático y de derecho; pero yo, a pesar de lo que digan las encuestas, tengo serias dudas de que en las próximas Elecciones Generales vaya a producirse un cambio de gobierno. O, en el mejor de los casos, que tengamos un cambio de gobierno y, a la vez, un cambio de rumbo.

El problema de Feijóo es que a pesar de que no es Casado, se le parece mucho a Rajoy, sobre todo a la hora de articular un discurso que se aleje de los peores vicios y cobardías de la derecha española de los últimos años. Es cierto que Aznar tuvo que hacer graves concesiones a Pujol para poder ser presidente, pero realmente tenía un proyecto de país y de futuro bastante definido. ¿Qué tiene el nuevo líder del PP? Porque si apareces un día ante los empresarios catalanes para defender la nacionalidad y el liderazgo de Cataluña; luego días después tu número dos dice en una entrevista que España es plurinacional –no sé si con una sonrisa de oreja a oreja– y al final tu sucesor al frente de la Xunta de Galicia vuelve a recalcar el carácter nacional de los gallegos; si pasa todo esto en apenas 14 días, entonces es que tienes un grave problema de discurso y de proyecto para tú país, que es el español.

Los peores temores sobre Feijóo acaban confirmándose cuando vemos su respuesta ante la nueva campaña infame del gobierno a través de su diario oficial –no me refiero al BOE– filtrando audios de Villarejo con Cospedal, Esperanza, la madre y el espíritu santo del rajoyismo-aznarismo. Ante una agresión tan sucia como típica y tradicional de estas cloacas putrefactas del sanchismo monclovita, aparece Alberto explicando que en el PP respetan todas las decisiones y los procedimientos judiciales.

Caben serias dudas de que alguien incapaz de defender su partido y su propio futuro frente atropellos descarados, pueda articular un gobierno sólido y valiente para cambiar el rumbo de este país. Ante este cúmulo de despropósitos, leemos que en Génova 13 ya han dicho que se hable «solamente de economía», que es lo que hará caer a este gobierno. Parece como si hubiese cambiado la cara y el nombre del líder, pero siguiesen los mismos fantasmas pasmados a los mandos del partido pluripopular.