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Un mar de plástico

Un mar de plástico

Ser más o menos rico cuenta demasiado en un mundo como el nuestro

Adela Tarifa

Jaén

Miércoles, 24 de julio 2019, 23:34

Viajo con frecuencia por la carretera de la costa que va de Alicante a Granada, camino de La Alpujarra. Gran parte de ese recorrido lo hice muchas veces siendo chica, cuando mi padre me llevaba cada nuevo curso al internado de Almería para hacer el ... bachiller. Aquella vieja carretera, infernal por la curvas, era bellísima en paisajes. Salíamos bordeando Sierra Nevada camino de Berja; allí ya no hacia tanto frío. El paisaje cambiaba, abundaban los parrales al acercarnos a Dalias, un pueblo grande y próspero. Cerca estaba El Ejido, barriada de Dalias, que solo lo formaba unas cuantas casas junto al camino. Allí empezaba a oler a mar y sal. Se imponía la belleza desnuda del desierto. Luego entrábamos en aquellas curvas hacia Almería, zigzagueando la costa- el Cañarete creo que le llamaban- con paisaje azul e infinito; con barcos que se acercaban al Puerto, y la Alcazaba en el horizonte.

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