Regreso a la infancia
Opinión | Puerta Real ·
En el jardín de infancia en que se ha convertido el politiqueo español se impone la sobreactuaciónSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Opinión | Puerta Real ·
En el jardín de infancia en que se ha convertido el politiqueo español se impone la sobreactuaciónLa época preelectoral ha cogido tono de parvulario. Nuestros candidatos y acompañantes se han puesto en modo pueril y parece espantarles la eventualidad de que los confundamos con personas maduras: si no os hacéis como niños no entraréis en el Parlamento, han debido malentender.
Su autoadulación infantiloide deslumbra. Este ha sacado del marasmo en nueve meses a España, mira tú el embarazo; el otro salvará a la patria en un santiamén; aquel ha preparado unos biberones y vuelve como transfigurado tras combatir en Stalingrado; el de más allá levita sólo con imaginar la suerte que tenemos con tenerlo, a él y sus tránsfugas.
El lenguaje que han adoptado da en primario. No muy complicado, en plan ese se ajunta a los fachas, qué malo; nosotros frenaremos a la derecha; los ricos son impresentables; el del lazo amarillo es un chiquillo; llegaremos nosotros y os meteremos en vereda. Tanto gastarse en oficinas de comunicación y pasa esto: habrán llegado a la conclusión de que lo mejor es repetir obsesivamente jaculatorias, el elector ya entenderá. ¿De verdad que a nadie se le ocurre salirse del lema ramplón? «España se juega el futuro. Votemos futuro. PSOE», «España se juega su futuro en esas elecciones. PP». Y así sucesivamente. Esto es una pérdida de tiempo.
En el jardín de infancia en que se ha convertido el politiqueo español se impone la sobreactuación. Todo son aspavientos por lo que dice Vox, al que se ve que le gusta el papel de niño malo. Los demás van de angelitos, todos compiten en llevarse las manos a la cabeza. Da una impresión rara: repiten lemas deslavazados y de poca enjundia –«la participación es futuro y la abstención involución», «El 28 de abril la historia la escribes tú» (votando a Podemos, se entiende)– mientras ensayan la pose de Charlton Heston a punto de cruzar el mar Rojo a pie enjuto, todo por salvarnos. Como cuando Peter Pan mira arrobado a Campanilla al espolvorear polvo de hadas.
Las indignaciones –todos se muestran cabreados con todos, salvo Pedro con Torra y Pablo, que por ahora no le corresponden con similar amor– y los bulos se suceden. Así, el telediario y demás espacios comunicativos del Parque Infantil Electoral se convierten en una sucesión de indirectas. El resto del tiempo se lo pasan desmintiendo las noticias falsas y los malentendidos. Con poco éxito, hay que decirlo: los bulos están bien compuestos y sus receptores se los creen a pies juntillas, así que vengan a desmentirlos. El que quiere creer que el gobierno proyecta suprimir los Días del Padre y Madre para no molestar a los gays ya no se lo quita de la cabeza. Así que por ahora en el recreo se arma un griterío de cuidado, con lo que luego cuesta volver al orden.
Afrontan la maratón de contiendas electorales con la actitud de que estamos al borde del apocalipsis. A lo mejor tienen razón en que estas elecciones marcarán un antes y un después, como cuando se abrazan los Teletubbies y todos tan contentos. Las limitaciones de estas criaturas, sin embargo, llevan a pensar que tras la siesta y las elecciones seguiremos en las mismas, en el juego del te ajunto, no te ajunto, a ver si me chivo a la seño, niño malo, malo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.