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Puerta Real

La luz encendida

Vivir se ha convertido en una tarea con momentos complicados para los que no tenemos manual de instrucciones

Domingo, 28 de julio 2024, 21:57

Cuando éramos niños con las manos cargadas de inocencia, siempre pedíamos a los padres que dejasen un ratito la luz encendida para ahuyentar al miedo y a los monstruos, para que pasasen de largo por nuestra habitación párvula incendiada de sueños. Ahora que hemos crecido ... seguimos buscando un refugio seguro, el lugar donde la claridad nos proteja de la oscuridad de la tristeza, del desencanto de los silencios o de la locuacidad excesiva que a veces se confunden y son un vacío inabarcable, un espacio que hay que intentar llenar de sensatez. Hay que buscar estrategias para protegerse de la dureza implacable del reloj detenido en el instante preciso en que se deshace el misterio de la infancia, del frío que supone ser adultos obligados a tomar decisiones que marcarán el porvenir desde nuestros mundos pequeños, desde nuestras incomprensiones grandes.

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