Escribía ayer Lourdes Pérez sobre el libro 'Franco para jóvenes' (Catarata), de Antonio Martínez Soler y su hijo, Erik Martínez Westley. También hablaba María Jiménez, profesora y experta en violencia política: «La Guerra Civil, la represión franquista, la violencia en la Transición y el terrorismo ... no forman parte ni del currículo educativo ni del emocional». Dice que la desmemoria hace que todo eso se perciba en las aulas como «relatos de ficción, totalmente abstractos». ¿En las aulas? El domingo, el ministro Ángel Víctor Torres soltó esto en ese acto de autoafirmación como mandamás del PSOE en Canarias donde también estaba Sánchez: «No olvidemos nunca que en los años en los que no había democracia no se permitía a las mujeres estudiar». Sí, tampoco podíamos beber Coca Cola. Si eso hubiera pasado, no me habría quejado yo a lo Malala. Hay que tener la cara muy dura. Vale, hay que luchar contra los bulos. Pero también contra los propios.

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