Hace unos días leíamos sobre investigaciones absurdas. ¿Por qué las personas se incluyen a sí mismas en las fotos? (provenía de la Universidad de Ohio). O ¿por qué las burbujas de champán suben de forma vertical y no en línea recta? (de la Universidad de ... Brown y la Universidad de Toulouse). Ahora, según el Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres y gracias a Ebani Dhawan y Patrick Haggard (hablo de lo visto en los periódicos, no en el artículo mismo), paralizarse ante una violación tiene base científica. La investigación neurocientífica «sugiere que el miedo y la amenaza pueden bloquear circuitos neuronales para el control de la acción, lo que lleva a inmovilidad involuntaria». Entiendo que esto sirva para ir a un tribunal y demostrar que quedarse quietecita no tiene nada que ver con el consentimiento. Pero la investigación también podría llamarse 'La gracia de mi hijo Roque, que a los 30 años dijo abercoque'.
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