Salvar al soldado Juanma

Así, el jueves fue intenso. En Martos estuvo el consejero Imbroda para resaltar la adaptación de los centros educativos a la covid y pedir perdón a las familias sin comedor; desde San Telmo el 'vice' Marín anunció la aprobación de los primeros 29 proyectos de la ITI provincial, aprobados inicialmente y publicitados hace cuatro meses en Úbeda; y Moreno Bonilla inauguró el centro de salud de Jimena para toda la zona. Una inauguración convocada sólo para gráficos y con polémica, pues ni en las fotos de la Junta ni en la nota mencionó que en el acto estuvieron el presidente de la Diputación y la subdelegada del Gobierno (ambas administraciones financiaron la construcción), y tampoco aludía al alcalde jimenense, también allí.

Y el viernes, doblete. Moreno visitó con el consejero de Salud la nueva UCI, no de la Ciudad Sanitaria de Jaén, tantas veces prometida y que aún no se ve en el horizonte, sino del antiguo Hospital Princesa, que ya tiene unos años. Y también conoció el edificio anexo, Puerta de Andalucía, donde estuvo el conocido psiquiátrico de Los Prados (demolido en 2006) y donde el anterior y anquilosado Gobierno andaluz construyó hace una década un flamante centro para atender a grandes dependientes, pero que nunca abrió. La actual Junta, más avispada, lo ha abierto con 86 camas hospitalarias. Todo indica que a costa de cerrar 'El Neveral', que tanto revuelo originó cuando se clausuraron sus cocinas y que tanto protestaron quienes ahora lo cierran entero.

En la visita estuvo el alcalde de Jaén (en la foto). '¿Y de lo mío qué?', es de suponer que habló con el presidente, después de que le enviara esta semana una carta instándole a firmar ya el nuevo convenio del tranvía. Desde que le recibió en San Telmo nada más tomar posesión, en julio de 2019, lo viene pidiendo. Primero esperaba que fuera ese año, luego en la primera mitad de 2020, después que si cuando viniera a inaugurar el monumento a los sanitarios en septiembre pasado... Ahora la culpa es del cha-cha-chá, del cha-cha-chá del tren. Vamos, que la culpa es de la pandemia, según Moreno Bonilla. Diez años después, ahora es un virus convertido en la hormiga atómica, empujando para que los tranvías no salgan de las cocheras. Y eso que el convenio son papeles y llevan año y medio reuniéndose, en presencial y en virtual, y que en septiembre cerraron el acuerdo. Anunció que hablará con la consejera de Fomento para agilizarlo – no es la primera vez que se lo escucho – y dijo estar «convencido» de que circulará en este 2021. Es de suponer que con permiso de la pandemia. Mucho tendrán que correr los trenes, pero si lo ha dicho el presidente... Del 'vice' Marín no se sabe nada. Medió y bastante, cuando sostenía a Susana Díaz, en desbloquear el tranvía, pero últimamente se le ha parado. Será un salvar al soldado Juan.

En el PSOE de Alcalá Real, su nuevo líder se hace un Moisés a lo Charlton Heston y separa las aguas del Mar Rojo para que pase el pueblo elegido: él y los suyos. Cinco de los diez concejales socialistas dimitieron a raíz de que su partido perdiera por primera vez la mayoría absoluta y de que Juan Ángel Pérez se hiciera con las riendas el verano pasado, acabando con el duelo al sol de los últimos años con el exalcalde Carlos Hinojosa. Y como el resto de la candidatura también se ha apartado, Pérez e Inés Arco han entrado en el Ayuntamiento. De no ir ni en la lista, a portavoz municipal y probable candidato en 2023. Un movimiento inusual.

Y el PP tiene al menos dos problemas con recorrido, que hace que algunos miren hacia la sede provincial. En Úbeda, la junta directiva del partido ha pedido la dimisión o cese del concejal Miguel Ángel Higueras, pero el resto de ediles díscolos le apoya, salvo el portavoz, Gerardo Ruiz del Moral. O sea, división interna y alfombra roja para la asentada alcaldesa socialista Toni Olivares.

Y en Linares, duelo de ángeles. La parlamentaria Ángela Hidalgo renuncia a seguir de número 3 del partido, en desacuerdo sobre todo con la 1, Ángeles Isac. Las «discrepancias y falta de entendimiento» no son nuevas, pero los comentarios con motivo de la visita del presidente andaluz colmaron el vaso. Isac, inasequible al desaliento, sigue sin más, incluso cuando el alcalde le ha retirado la portavocía del equipo de gobierno. De sopetón, se ha encontrado con el camino despejado, en el partido y el Ayuntamiento, de ahí que tras unos días de análisis, el PP no rompa el pacto de gobierno. El golpe en la mesa de Raúl Caro (Cs) ha hecho que los ediles de CILU se marchen. Ahora son dos los socios y tocan a más. De hecho, Isac ha pasado a ser primera teniente de alcalde. Lo que no será fácil es gobernar. A la crisis económica, sanitaria, poblacional, laboral y comercial de Linares se puede sumar ahora la crisis política. Casi 'na'.