La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. EFE

Significado de la palabra libertad

La carrera ·

La simplificación nos lleva a la banalización

Viernes, 28 de mayo 2021, 00:30

Hace pocas semanas que se han celebrado las elecciones en Madrid, que las ha ganado Isabel Díaz Ayuso de manera contundente e incontestable. Cuestión esta así, que muchos partidos se han quedado con cara de bobos, a la luna de Valencia sin esperar por nada ... del mundo lo que ha sido este resultado tan inesperado, pero real y legítimo como la vida misma y que deja muchas cosas que entrever en la lectura de esos mismos resultados.

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Pero hoy no voy hablar de las elecciones madrileñas ni de su resultado, puesto que ya se han derramado ríos de tinta de ellas y los análisis han sido de todos tipos y desde todos los frentes posibles.

Hoy vengo a referir sobre algo que le ha hecho a Díaz Ayuso subir como la espuma hasta lograr estos resultados. Y una parte importante de esos resultados ha sido el hacerle ver a los madrileños y madrileñas que ella es la libertad, pero una libertad entendida a su manera, escenificándola en tomarse una caña en alguna de las muchas terrazas que pueblan las calles y plazas de Madrid, simplificando al máximo el concepto de libertad, por lo menos tal y como muchos de nosotros lo entendíamos hasta ahora. Recuerdo cuando niño y mi padre me explicaba el sentido de la palabra libertad, que por supuesto era mucho más profundo que el de sentarse en una mesa a tomar una caña. Libertad por la que muchos de nuestros antepasados llegaron a derramar sangre, pisar la cárcel o incluso pagarla con su vida.

Libertad es poder hacer huelga sin miedo a las represalias de empresario, para exigirle los legítimos derechos de los trabajadores. Libertad es poder manifestarse pacíficamente en pos de una justa y legítima reivindicación. Libertad es poder pertenecer a un sindicato de trabajadores sin que se le demonice a nadie y mucho menos se le pueda perseguir. Libertad es que una mujer para firmar un contrato, abrir una cuenta corriente o contraer un préstamo no tenga que pedirle permiso al marido. Libertad es que una mujer pueda escoger sin trabas ni presiones, con quien quiere forma su familia, al igual que lo puede hacer un hombre, decidiendo con quien contraer matrimonio. Libertad es que una mujer no sea menos por ser mujer ni que un hombre pueda actuar con dominio y falta de respeto hacia ella. Libertad es poder ejercer el derecho de sufragio universal de manera libre, secreta y directa, sin que nadie nos entregue el sobre de a quien tenemos que votar a la salida de la misa. Libertad es poder expresar nuestras ideas en voz alta sin miedo a censura alguna.

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La simplificación de la palabra libertad nos lleva a la banalización de su significado, nos lleva a la pérdida de muchos de los derechos que esta palabra tiene asociados a ella y que tanto trabajo y lucha le ha costado a nuestros antecesores el conseguirlos, para que cualquiera los pudiera disfrutar, plenamente esos derechos que la misma palabra libertad nos garantiza, nos encontremos en la situación que nos encontremos.

Pero es preocupante o cuando menos decepcionante que nuestra libertad se ciña sólo al ejercicio de tomar una caña, obviando todo lo demás, dejando atrás el verdadero y amplio significado de esta hermosa palabra, que a lo largo de la historia tanto trabajo ha costado conseguirla, para que ahora tratemos de reducirla a la más mínima expresión vaciándola totalmente de contenido, tal como se ha vaciado.

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