Sobre la (falta de) libertad
Salvador Fernández-Vivancos
Sábado, 7 de septiembre 2019, 00:18
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Salvador Fernández-Vivancos
Sábado, 7 de septiembre 2019, 00:18
Ya no se puede contar aquel chiste sobre la definición de un cuarteto de cámara ruso. Un cuarteto de cámara ruso es: una orquesta sinfónica ... rusa, que ha hecho una gira por los países occidentales. Y esto, claro es, desde la caída del muro de Berlín.
Ahora, hay quienes a riesgo de perecer ahogados, huyen de la miseria o de la dictadura, pero siempre en la misma dirección.
Como la salud y otras cosas de igual índole, la damos por supuesta hasta que la echamos en falta. Debería ser el objetivo, en las llamadas democracias liberales; profundizar en el concepto, para seguir ampliándolo.
Ahora que está a punto de empezar un nuevo curso académico, la añorarán de nuevo los maestros; que tengan que ocupar una parte importante de su tiempo en la burocracia que le exige la administración. En vez de centrar todos sus esfuerzos en enseñar; o no sentirse constreñidos por el número de suspensos. Se introducen mecanismos perversos que al final perjudican al alumno. De igual forma que al médico de cabecera se le tienta con puntos si no «gasta» mucho en medicamentos o especialistas. Se pone en peligro la 'lex artis' y todo por directrices que vienen de arriba, que minan la libertad.
La ley predomina sobre el ius. Un concepto que antes se tenía más claro, igual que los principios deben estar por encima de las reglas, a grosso modo; que la autoridad es auténtica cuando es el mayor servidor de la libertad. Con frecuencia se convierte la autoridad en poder que anula. Y el concepto de derecho adquirido no pasa por su mejor momento; por no hablar de las subvenciones que invitan a la falsedad.
La carrera de obstáculos que supone ponerse a trabajar, tras licenciarse y los másteres, un invento que sólo llena las arcas de algunos pero no necesariamente el saber del aspirante, que va coleccionando cursos, doctorados etc. Como si alguien, un ente invisible, un dios anónimo lo estuviese entreteniendo. Como ese genio incomprendido que descubre exoplanetas pero le bloquean su carrera académica, al parecer.
Catalina La Grande, Zarina de Rusia, dejó esta perla: «La plebe no debe recibir educación. Pues si sabe tanto como yo, me desobedecerá en la misma medida en la que ahora me obedece».
Pues no debemos andar tan bien. Un juez tiene que dictaminar a favor de las vacunas. Aumenta la violencia en detrimento de la seguridad y por tanto de la libertad. Cada vez hay más narco pueblos o barrio narcos; Roberto Saviano ha comentado más de una vez, que la mafia, llama a la costa del sol, la costa nostra. Sin ir más lejos en esa franja costera de Estepona, Torremolinos; hubo el año pasado, dieciocho homicidios. Qué vergüenza que la embajada norteamericana haya advertido a sus conciudadanos sobre la situación en Barcelona. Imágenes que antes veíamos como si fueran del cuarto mundo, en donde el Estado había desaparecido e imperaba la ley de la selva.
Ya, Jurgen Habermas, el gran filósofo, alertó del significativo retroceso ético de las actuales sociedades desarrolladas.
Quizás todo venga, de una idea equivocada de la libertad. No se da. Es una conquista. Fíjense, si no, en los jóvenes de Hong Kong. No es por cierto un valor absoluto, sino un instrumento que nos permita, preservar la dignidad y la intimidad. Dos palabras que no están de moda.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
El Granada, entre los mejores pero con muchas dudas
Rafael Lamelas
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.