El Ayuntamiento de Linares. ENRIQUE

Tensión de censura

lA TREPOLINA ·

La moción en Linares hace tiempo que crispó el ambiente. Toca desdramatizar un instrumento democrático que todos los partidos usan. Y más a 14 meses de las urnas.

Domingo, 27 de febrero 2022, 11:31

odas las mociones de censura crispan, pues cambian gobiernos en periodo no electoral, aunque a menudo se olvida que nacen de un resultado electoral. A veces esa desazón deriva en tensión como expresión de rechazo a la moción o como presión para que no prospere. ... El acto vandálico de ayer contra el domicilio particular de uno de los concejales firmantes refleja el ambiente enrarecido que se viene observando y una espiral que reclama una responsabilidad colectiva.

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Mociones de censura hay muchas, en este mandato ha habido varias en la provincia, y son tan democráticas como que gobiernen partidos que no han ganado las elecciones, si se ponen de acuerdo y suman, lo que a veces también es deslegitimado. Tan democráticas como la crítica, la protesta o la manifestación, ya sean en contra o a favor de la moción, ya sean de valoración o discrepancia con la gestión del gobierno, aunque determinados discursos sobre traiciones, insultos y presiones resultan peligrosos. Prospere o no la moción, en poco más de un año hay urnas y existe el compromiso público de las administraciones con Linares. Porque se entiende que el compromiso es con la ciudad y no con quien la gobierne. Prospere o no, Linares no se puede permitir esta división. Bastantes problemas tiene.

España Vaciada

División también en las plataformas ciudadanas que reclaman más inversiones para la provincia, mejores comunicaciones sobre todo en ferrocarril y el fin del «ninguneo», para intentar frenar la lenta aunque inexorable pérdida de población iniciada hace una década, aunque lejos de la despoblación que padecen hace mucho otros territorios. Animadas por el protagonismo en las Cortes de Teruel Existe y por el reciente éxito de Soria ¡Ya!, las plataformas jienenses dieron el paso a la política pero por separado. Y no se atisba acercamiento, salvo que el paraguas de la marca de la España Vaciada, a la que ambas aspiran, les anime o fuerce a entenderse, pues en caso contrario, su norma es no apoyar a ninguna si hay más de una en la provincia. Además de que, si alguna virtualidad tiene este movimiento ciudadano-político, es hacer causa común.

Paréntesis en el PP

Y división en el PP nacional, que parece encauzada con el liderazgo de consenso de Núñez Feijóo. El tiempo dirá el alcance de las heridas. Ahora, el congreso extraordinario de abril de cierre de filas y botafumeiro en torno al gallego, y la posterior conformación de equipos, supone un retraso en la designación de candidatos a la alcaldía, que iba ya con demora, que ya tenían que haber sido presentados para, en algunos casos, darse a conocer. Como ocurre con Agustín González Romo en Jaén, secretario general de Empleo en la Junta, independiente en una consejería de Ciudadanos, y que, de confirmarse, sería nuevo en estas lides. Y para 'calmar' a las bases del PP, si es que hay que calmarlas, de número dos barajan a Elena González, la secretaria general del partido en la provincia.

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Incienso para Julio

Y para botafumeiro, la asamblea sándalo del PSOE de Jaén, otrora tantas veces encabronada y dividida, devoradora de líderes como Neptuno a sus hijos. Incienso y mirra para el alcalde-secretario general, que el poder une mucho, reelegido con el 96,7% de los votos y, el resto, nulos o en blanco. Y su guardia pretoriana municipal y cercanos, copando los puestos clave. Allí dijo que su proyecto en el Ayuntamiento necesita cuatro años más. O sea, que también fue reelegido candidato de facto a la alcaldía para 2023. Lo que está por ver es que lo consiga, de fragmentado y agitado que está el patio político.

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