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Tres personas de fuera

Tres personas de fuera

Cuando un grupo humano está agonizando le sucede (con las excepciones de rigor: esta o aquella empresa y tal o cual instituto universitario) a todos los efectos. Necesita, sí, que le vengan a redimir desde el exterior

Antonio Jiménez-Blanco Carrillo de Albornoz

Viernes, 26 de abril 2019, 00:00

Los juicios sobre las personas son siempre subjetivos, pero tal vez no se equivoque uno si constata que (cada quien en su estilo) Inés Arrimadas, Cayetana Álvarez de Toledo y Manuel Valls tienen mucha valía y que merecen suerte en sus empeños barceloneses.

Inés, jerezana ... de pro, exhibe una virtud que en la acartonada vida política resulta preciosa por lo escasa: su espontaneidad. Los cirios que le monta a Torra en el Parlament constituyen piezas oratorias, en el estilo de las broncas de Cicerón a Catiline en el Senado de Roma, que se caracterizan precisamente por eso: habla como siente y como piensa. Sin el disfraz y las reservas mentales (al cabo, la teatralidad) que es consustancial al gremio del que forma parte y que tanto tiene que ver con su desprestigio. En cierto sentido, Arrimadas muestra un cierto aire de familia con el mejor Felipe González, el de 1982. Total, Jerez y Sevilla están muy cerca.

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