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Último verano con Merkel

La canciller no sería ella misma si no aspirase a pasar el testigo a alguien que defienda su legado

josé m. de areilza

Domingo, 13 de junio 2021, 02:36

La primera visita del presidente Joe Biden a Europa ha dejado claro que la única relación especial que tiene Washington en nuestros días es con Berlín. Alemania es el 'hegemon reacio' del continente, en expresión feliz de 'The Economist', y Estados Unidos como es lógico ... le da un trato preferencial sobre el resto de socios europeos. Esto no significa que haya sintonía plena en todos los asuntos globales –China, Rusia, la regulación de las Big Tech…–, pero sí un deseo de concertación y trabajo conjunto con el mejor aliado europeo. Además, Joe Biden admira profundamente a Angela Merkel. La canciller es vista al otro lado del Atlántico como un factor de estabilidad, una mano firme en el timón del barco, siempre dispuesta a gestionar una crisis tras otra con su peculiar combinación de cautela, razonamiento científico y determinación. Se ha convertido en una líder dispuesta a dar la batalla contra el populismo y de ser la alternativa tranquila a la profusión de hombres fuertes que entienden la política como una cuestión de testosterona. En el homenaje implícito a Merkel estos días por parte del presidente norteamericano, hay algo también de despedida, ante su salida de la política alemana y europea tras las elecciones de septiembre.

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