El valle del Paraíso

No lo echo (demasiado) de menos. Como soy de la filosofía de que lo que sucede conviene, me contento con caminar mucho y bien todos los días. Sufrí lo indecible durante los aciagos meses en que me quedé cojo, cuando apoyar el pie en el suelo era un puro dolor. El fisio, las punciones y la rehabilitación me han permitido volver a caminar como solía y me doy con un canto en los dientes.

No añoro aquellos trails de cerca de 30 kilómetros por las montañas de nuestra provincia, pero les confieso que sí hay un recorrido que sueño con volver a hacer y que no me canso de recomendar a todo el mundo: el de nuestro particular valle del Paraíso.

Subir por los Lavaderos del Oro hasta el Cerro del Sol y volver por la ribera del Darro a media ladera, asomándome a la Abadía del Sacromonte y, en lontananza, la Alhambra y el Albaicín. No hay recorrido más bonito, único y especial.

La protección del valle del Darro debería ser asunto de Estado. Ha hecho muy bien Izquierda Unidas-Podemos en impulsar la solicitud que ha llegado desde la UGR, el CSIC y otras instituciones y entidades de reconocido prestigio para la catalogación BIC de uno de los grandes tesoros naturales que le quedan a Granada. Bien haría la Junta de Andalucía en no titubear con este asunto. Cada día que pase sin posicionarse expresamente sobre esta espinosa cuestión, su compromiso con la protección de Valparaíso estará más en entredicho.