Viernes Santo raro
La Carrera ·
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Este Viernes Santo de 2020 no se nos olvidará a nadie del mundo entero, sea o no sea creyenteHoy deberían estar las páginas del periódico repletas de fotografías y reportajes de los desfiles procesionales de las distintas hermandades, haciendo su tradicional estación de penitencia que como cada Semana Santa saca a sus imágenes a la calle, para poder hacer el tradicional encuentro con ... el pueblo que las acoge, para poder expresar su devoción y pasión por cada imagen o por cada hermandad, que en esta Semana de Pasión deberían haber procesionado.
Pero hoy lo que nos encontramos en las páginas del periódico es otra cosa bien distinta, hoy tampoco estamos en la calle aplaudiendo a esos costaleros y gritando esos vivas, o escuchando esas saetas al paso de las imágenes. Hoy estamos en casa contemplando la calle vacía desde la ventana, a sabiendas de que no pasará ninguna procesión y que nosotros cumpliremos, ya no sé qué día de confinamiento por culpa de este COVD19, que ya no sólo nos deja sin poder salir a la calle, sino que también nos quita de un plumazo nuestras tradiciones más populares que se viven en nuestro pueblo desde hace siglos.
Por eso, este Viernes Santo de 2020, resulta de lo más raro que jamás hemos conocido. Puesto que todos sabíamos que lo único que dejaba a cada una de las imágenes en sus templos, sin poder realizar su correspondiente estación de penitencia, era la lluvia. Por lo que obligaba a los cofrades en estos días a tener que estar pendientes de la climatología a través de las más sofisticadas aplicaciones de los teléfonos móviles, o como toda la vida de Dios, viendo el tiempo en cada una de las cadenas de televisión.
Pero ahora nos damos cuenta que existen más factores que la propia lluvia, que provocan que esas imágenes no puedan salir de sus templos. Ahora nos damos cuenta que algo invisible hace que tengamos que estar encerrados a cal y canto en nuestras casas, con un pellizco en el estómago por no saber si nos podrá tocar a nosotros o alguno de nuestros allegados el contagiarnos de este dichoso virus que nos vino desde China y que, como estamos viendo, recorrerá el mundo entero de manera silenciosa y temerosa.
Este Viernes Santo de 2020 no se nos olvidará a nadie del mundo entero, sea o no sea creyente, puesto que cuando podamos volver la vista atrás y mirar a las hemerotecas, nos daremos cuenta que en las páginas de los periódicos de este año no hay fotos de imágenes o de sus desfiles procesionales, o ni tan siquiera las que algunos años hemos visto de los cofrades llorando en sus templos, por a consecuencias de la lluvia obligarlos a no poder salir como marca la tradición de cada primavera. Sobre todo en nuestra tierra donde la pasión de Cristo en su Semana Mayor se vive de manera muy especial, por su gran devoción.
Además es bastante dura la penitencia de este año, puesto que ni tan siquiera permite el que aquellos que lo deseen poder acercarse a los templos a rezarles unas oraciones a sus imágenes que veneran, teniéndose que conformar con poder verlos en la televisión o en alguna foto de recuerdo de años anteriores en los que el Viernes Santo no se vivía con la rareza que vamos a vivir el de este año.
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