Niña en el acto del 25N en la capital, el pasado miércoles. Mudarra
La violencia estructural contra la mujeres
Tribuna ·
Sabemos que las mujeres son asesinadas por el hecho de ser mujeres y hay una violencia estructural que se llama patriarcado y que se define por un conjunto de pactos entre los hombres, para que ocupemos el lugar que ellos nos asignan
Ana Moreno
Jaén
Sábado, 28 de noviembre 2020, 23:57
Creo que he sido feminista durante toda mi vida. Cuando era una niña, escuchaba retazos de conversaciones entre mujeres en las que traslucía su cansancio ... y su silencio y, aunque ellas no lo planteaban como reivindicación ni como queja, sino como una constatación del orden natural, yo sí me preguntaba por qué las mujeres se llevaban la peor parte en cualquier reparto. Cuando era adolescente, quería estudiar por encima de todo, porque así podría defender mis derechos -como tantas veces me aconsejó mi padre- incluido el derecho a no estar discriminada por ser mujer. Entonces las mujeres en España no teníamos ni siquiera la igualdad legal, pero ya en los primeros años de la década de los setenta del siglo pasado, nos llegaban los ecos de la lucha feminista en Europa y en América y nos enterábamos del papel de las mujeres en el Mayo del 68 francés, antes incluso de conocer a Olimpia de Gouges en la Revolución Francesa… Cuando conseguimos la igualdad ante la ley, nos planteamos conseguir la igualdad ante la vida, que es la que tratamos de defender en este largo camino que vamos recorriendo y en el que caminamos junto a las mujeres que nos pasaron el testigo, a las que estamos y a las que llegan y seguirán llegando… Pienso que llevar muchos años en el Partido Comunista me ha ayudado a entender que el feminismo es una estrategia política de transformación social y me ha familiarizado con el feminismo marxista en muchas lecturas y debates. En el ámbito académico, he adquirido formación teórica, he leído muchos libros y he aprendido a analizar la contradicción de género en textos muy diversos. Y en mi praxis -lo personal es político- trato de compaginar la contradicción de género y la contradicción de clase y de tejer sororidad entre mujeres que tomamos la palabra para ser sujetos y avanzar juntas en la construcción de un mundo en igualdad.
En ese camino, la manifestación más trágica de la desigualdad que existe son las cifras de mujeres asesinadas que nos indignan y nos sobrecogen, que denunciamos cada día y especialmente cada veinticinco de noviembre, cuando levantamos nuestra voz y nuestro grito contra la barbarie machista que nos mata. Pero sabemos que las mujeres son asesinadas por el hecho de ser mujeres y hay una violencia estructural que se llama patriarcado y que se define por un conjunto de pactos entre los hombres, para que las mujeres ocupemos el lugar que ellos nos asignan. Aquellas mujeres, a las que yo oía hablar cuando era niña, tenían asumido un papel subalterno -aunque no hablaban de la alteridad que teorizó Simone de Beauvoir- y era imposible que se atrevieran a transgredir las reglas con las que se habían encontrado desde que les pusieron su primer lazo rosa: debían ser sumisas, abnegadas, cuidadoras, tejedoras de paciencia y de cuidados, calladas y discretas, con una sabiduría especial para todo lo doméstico y alejadas del espacio público. Cuando las mujeres decidimos traspasar los límites impuestos, encontramos que la resistencia de la ideología patriarcal es la violencia estructural que sufrimos: las mujeres pobres, con trabajos duros y mal pagados; las que sufren acoso laboral y las que se examinan ante el espejo, obsesionadas por su imagen; las mujeres agredidas sexualmente y prostituidas; las madres de alquiler; las jóvenes de empleo y vida precarizada; las ancianas a las que se escatiman los cuidados y, en general, todas las mujeres que sentimos cercenadas nuestras posibilidades de ser lo que queramos ser.
Por eso el feminismo sigue siendo tan necesario y por eso es tan necesario ser feministas, con conciencia y con memoria, y denunciar la violencia contra las mujeres todos los días y también, como no puede ser de otro modo, el veinticinco de noviembre.
Límite de sesiones alcanzadas
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.