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La visita del miedo

Puerta Real ·

La falta de mascarillas, acaparadas por un temor irracional al coronavirus, está poniendo al descubierto la ruindad, la vileza y el egoísmo más cutre del ser humano

Sábado, 29 de febrero 2020, 23:12

Las mascarillas se han convertido en un extraño objeto de deseo. Las han robado por miles en un hospital de Valladolid. En Málaga sorprendieron a un médico intentando llevarse trescientas. Hay más casos y más cercanos, pero no estoy por hacer recuento, porque cuando esto ... se publique, la cifra podría quedarse corta. El carnaval ha virado a tragicomedia cambiando las máscaras de juerga por las mascarillas del pánico. Cuando hay epidemias, el primer virus que llega es el del miedo. Aunque en centros de salud y en hospitales se harten de tranquilizar a la gente, si el canguelo ha tocado el timbre en la puerta de uno, ya no hay quien le haga entrar en razón. En los medios de comunicación se navega entre la prudencia y el tremendismo. Ayer circulaba por las redes un 'guasap' quejándose del desabastecimiento de mascarillas en los quirófanos y terminaba dando las gracias a los telediarios «por fomentar la histeria al grabar y sacar a gente por la calle con mascarilla». Al parecer, el autor del mensaje es de los que creen que, no contándolas, las cosas no existen. Y eso ya es agua pasada. Los informativos tienen la obligación de reflejar lo que ocurre y lo que está pasando es que la gente ha perdido el norte y está desquiciada. Se quiera o no, eso hay que contarlo. Es cierto que el número de miedosos es infinito y va en aumento -no hay más que contar los portadores de mascarillas-, pero de eso no tiene la culpa el informador.

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