Visto para sentencia
Ad Libitum ·
«La imagen que han reflejado las defensas de los acusados por los delitos de rebelión, sedición, malversación y desobediencia, ha sido manifiestamente mejorable...»Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ad Libitum ·
«La imagen que han reflejado las defensas de los acusados por los delitos de rebelión, sedición, malversación y desobediencia, ha sido manifiestamente mejorable...»Con la fórmula «visto para sentencia», el presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, ha dado por concluidos los debates del juicio oral dándose por terminada la vista. Antes han hablado los defensores de las partes y los procesados, tal y como ... establece la Ley Rituaria. Con el uso del turno de «última palabra» de los doce imputados, se ha dado por concluido el juicio del 'procés' del 1-O, quizá el más importante de la democracia. El tribunal ha concedido quince minutos a cada uno de los presos preventivos catalanes para su alegato final, en descargo de las elevadas peticiones de condena (de 25 a 7 años) formuladas por el Ministerio Fiscal y la acusación popular de Vox. Este juicio pasará a la historia, no tanto por los cuatro meses de duración, con más de cincuenta sesiones, 422 testigos y peritos, 200 vídeos y cientos de documentos, sino porque sitúa ante la realidad del Estado de Derecho los delirios independentistas.
Llegó un momento en el que los promotores de la vesania de la autodeterminación se creían imparables, y en vez de seguir los cauces legales previstos, acometieron el equivocado atajo de alterar unilateralmente y por la fuerza el orden constitucional. El supremacismo soberanista les lleva a dar un golpe de Estado desde el Govern de la Generalitat, pensando que burlarían la división de poderes, y que el poder judicial sería igual de maleable que el hasta ahora connivente poder ejecutivo-legislativo. Todos estos acontecimientos, habrán supuesto una importante lección para los estudiantes de derecho, al seguir en directo la retransmisión del juicio, y les habrán motivado para decidirse a realizar las oposiciones de judicatura o de fiscalía.
Más complicado lo tienen quienes desean optar a la abogacía del Estado, por la falta de independencia y la politización que ha empañado a este prestigioso cuerpo. La imagen que han reflejado las defensas de los acusados por los delitos de rebelión, sedición, malversación y desobediencia, ha sido manifiestamente mejorable, porque han confundido la sede de un tribunal de justicia, en el que no se enjuician ideas sino hechos, por la de un parlamento atestado de soflamas políticas. A los acusados se les ha dispensado la tutela judicial y efectiva en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que se les haya causado indefensión. Se ha celebrado un juicio en el que se han observado todas las garantías procesales; se han precisado los términos de la acusación a los que las defensas han contrarrestado con los medios de prueba pertinentes. Por lo que procede una sentencia ajustada a derecho, pero en ningún caso política.
La exquisitez de cómo ha discurrido el proceso, siempre con la vista puesta en el tribunal de Estrasburgo, ha acallado cualquier suspicacia contraria a la escrupulosa división de poderes. La sentencia que dicte el tribunal servirá de vacuna contra las impenitentes ínfulas secesionistas, porque en su reincidente contumacia amenazan con: «¡lo volveremos hacer!». También servirá de referente para tribunales como el alemán de Schleswig-Holstein, el que de forma arbitraria se negó a la extradición del prófugo Puigdemont. Los alegatos finales de los golpistas catalanes parten de una premisa errónea y presentan un denominador común: la distorsión deliberada de la realidad, pues sustituyen los hechos que se han enjuiciado por las emociones y las opiniones personales; es un ejemplo palmario de lo que se denomina como 'posverdad'.
Así, el dirigente Junqueras, coincide con todos en hacer un discurso cargado de un sentimentalismo rayano a un empalagoso 'new age', permitiéndose citar a Petrarca para hacer: «Una apelación directa que nace de la conciencia de que poco serviría hablar o escribir si nadie escuchara o leyera»; un indisimulado guiño a los dos millones de correligionarios 'fuenteovejunescos'. Éstos seguro que encuentran complicidad con el 'Adeu, Espanya' (vaya modelo de convivencia e incitación a la paz social) de Maritxell Borrás, que gime con el poema de Joan Maragall: «Escucha, España, la voz de tu hijo que habla en lengua no castellana». De ahí que Josep Rull se descolgara con la cursilería de que: «No existen suficientes cárceles para cerrar el anhelo de libertad», provocando el humedecimiento en las mejillas de su abogado Jordi Pina. Jordi Sánchez acentúa el elemento común victimista, refiriéndose a Sócrates: «Es mejor sufrir una injusticia que cometerla».
Pero a quien deberían haber traído a colación es a Aristóteles, para llenarse de una filosofía de realismo, porque los hechos son lo que son, y no las ensoñaciones independentistas.
Panorámica del sala donde se ha celebrado el juicio al 'procés':: IDEAL
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.