La culpa siempre es de otro. O de otra. De otros y otras. ¡Ay, la culpa, ese sentimiento que con tanta facilidad externalizamos y subcontratamos de un tiempo a esta parte!
Publicidad
¿Se acuerdan de los Def Con Dos, aquel grupazo de los 90? «¡La ... culpa de todo la tiene Yoko Ono!», nos desgañitábamos en sus conciertos. Y así es. Siempre tenemos a alguien o algo a quién responsabilizar de nuestros desaguisados y contradicciones. Los prorrusos, por ejemplo, han encontrado en la OTAN a su particular chivo expiatorio a la que culpar de todos los desmanes de Putin, incluyendo la invasión de un país soberano. Una vez que uno toma partido por el Zar, lo demás viene rodado: los nazis, Zelenski, el batallón Azov… Entonces, cuando Putinmán sanciona una ley contra la propaganda homosexual, pongamos por caso, toca mirar para otro lado. ¡La culpa de todo la tiene Yoko Ono!
Lo mismo ha ocurrido históricamente con Cuba. En este caso, la culpa fue del chachachá. El bloqueo estadounidense lo 'explica' todo. Al menos, para quienes no tienen excesivas ganas de complicarse las neuronas. Si el enemigo de mi enemigo es mi amigo —recuerden el famoso gato de Felipe González: negro o blanco, lo importante es que cace ratones— aquí paz y después gloria. Que se lo digan a los nicaragüenses y el gobierno de 'izquierdas' representado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, la que corta el bacalao. Y no solo el bacalao.
Si los ayatolás se oponen a los yanquis, los grandes enemigos del mundo libre, como todos sabemos; aceptamos el velo como complemento de moda y signo de la libertad individual. Y aquí no ha pasado nada. ¿Será por multiculturalidad?
Publicidad
¿Que la hemos cagado con un aspecto básico y esencial en una ley supuestamente progresista y cargada de buenas intenciones, pero jurídicamente muy cuestionable? Pues vamos a echarle la culpa a los jueces y juezas por su mala intención y peor interpretación, que ya se sabe que son todos fachas. Y fachos. Con esas togas, ¿qué se podía esperar?
Con los y las camaradas, ya se sabe, hay que estar como con la patria y con la madre: con razón o sin ella. Si no, eres estúpido. O estúpida.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.