Megapinta

El trabajo de Emma Cooper se ha centrado en todo el ruido que hubo alrededor del juicio, retransmitido en directo por televisión y por los creadores de contenidos en internet. Horas y más horas de comentarios, opiniones e intervenciones en un claro sentido: a favor de Deep. Incluso en el documental se recalca que los que apoyaban a Heard eran vilipendiados. Un juicio de más de 200 horas de grabación en el cual se sacaron frases sin el contexto adecuado y se manipularon vídeos haciéndolos pasar por contenidos veraces.

Un show mediático que llamó la atención a la realizadora, que no ha querido contar ni con los protagonistas ni con sus abogados para realizar su trabajo. Solo ha confrontado, y con bastante acierto, los testimonios de los dos actores que en la realidad se produjeron con dos semanas de diferencia. Y si espera algún tipo de reflexión judicial o social, olvídese. No hay nada de eso. Ni un solo especialista habla sobre las repercusiones del caso o hay un análisis sobre las líneas tomadas por los abogados en su trabajo. Solo el espectáculo, a veces bochornoso, en internet.