El barrio de las Cuevas de Guadix

Granada le debe absolutamente todo a aquellas civilizaciones que la poblaron desde el principio de los tiempos. A la musulmana, mucho más. Ocho siglos fueron más que suficientes para que los árabes dejaran una impronta que aún perdura en muchos ámbitos de la provincia. Un buen ejemplo de ello se puede hallar en Guadix, donde las cavernas cuentan con una utilidad doméstica al más puro estilo del Sacromonte.

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La ciudad accitana, conocida como la 'Capital Europea de las Cuevas', consta de un vecindario compuesto por unas 2.000 viviendas construidas en pleno cerro. Incrustadas en la montaña, estas casas cueva gozan de un gran beneficio en lo que respecta a su habitalidad. La temperatura interior, tanto en verano como en invierno, ronda los 20 grados, evitando así los fríos extremos y el sofocante calor que soporta la provincia a lo largo del año.

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La arcilla, componente predominante del terreno, aisla la cueva de ruidos, por lo que la tranquilidad es máxima en el interior de la morada. Estas viviendas no fueron creadas por la naturaleza, sino por el ser humano. Su origen data de la idea de aquellos moriscos que, huyendo de los cristianos durante la conquista de Al-Ándalus por parte de los Reyes Católicos, decidieron refugiarse en cuevas excavadas en la montaña de municipios como Guadix o Gorafe.

El resultado en la actualidad es todo un barrio blanco de casas cueva, dispuestas sobre el terreno de una forma irregular a partir de la orografía de la zona. Dan cobijo a una gran cantidad de población accitana y se han convertido en un peculiar reclamo de turistas. Tanto que algunas viviendas excavadas en la roca organizan visitas guiadas para dar a conocer la organización de la vivienda. Este barrio de las Cuevas comenzó a formarse en el cerro de San Marcos y fuente de Maese Pedro, pero ha acabado convirtiéndose en toda una ciudad 'troglodita'.

Las casas cueva de Guadix se construyeron empezando por el techo. Con los cimientos ya asentados en la piedra, los 'picaores' -como se le conoce a los constructores de estas viviendas- pican las estancias de la morada a partir de una primera roca, llamada portal. Para posibilitar la ventilación en el interior, la vivienda no cuenta con puertas para separar las habitaciones, sino con cortinas.

Además, entre la puerta, la ventana y la chimenea se crea una corriente de aire renueva el aire de la casa cueva. Con tejado de teja, estas viviendas componen un pintoresco lugar que conocer y en el que vivir. La mejor opción para vislumbrar una bella panorámica global del barrio es visitar los miradores naturales de Cuatro Veredas y San Fandila. Por supuesto, un paseo por las calles del barrio será ideal para conocer de cerca la distribución de estas casas cueva.

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A unos cincuenta minutos de Granada capital, para visitar el barrio de las Cuevas habrá que circular por la Circunvalación con dirección Jaén. A la altura del polígono de Juncaril habrá que tomar la salida 118 para coger la A-92.

Más adelante, el visitante deberá tomar la salida 292 para coger el desvío a Guadix por la A-4100. Dentro de la ciudad, deberá llegar hasta la calle Retama, quedando el barrio de las Cuevas a la izquierda.