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Pampaneira, encanto de la Alpujarra para disfrutar el puente
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La Alpujarra se erige en la memoria como una fotografía perenne desde la primera visita a sus calles, colores y folcloreÁNGEL MENGÍBAR
Jueves, 7 de octubre 2021
Tinaos, paredes de cal blanca y flores. Muchas flores. Resulta curioso cómo los recuerdos cobran tal importancia en nuestra memoria. Tanta que, gracias a ellos, completamos aquellos dibujos que se nos quedaron incompletos con el paso de los días. Por mucho tiempo que se nos pueda escurrir como granos de arena de la mano, la Alpujarra se mantiene intacta en nuestro imaginario. Tinaos, paredes de cal blanca y flores. Muchas flores.
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Los pueblos de la Alpujarra constan de un encanto muy particular. Un encanto muy específico, incluso autóctono. Pensar en la Alpujarra es eso: calles estrechas y empinadas, suelos empedrados, geranios adornando las cornisas de los balcones y un entorno montañoso que alberga la estampa. Pampaneira cumple con todas estas condiciones, pues por mucho que truene y escampe, la memoria se aferra a aquello que una vez la hizo prendarse.
Tierra de un sinfín de civilizaciones -siguiendo la tradición de la provinica-, Pampaneira se erige sobre el Barranco de Poqueira, en plena Alpujarra granadina. Sus casas blancas ya la revelan desde la carretera tras superar otros municipios alpujarreños como Lanjarón, Órgiva o Soportújar. Un poquito más habrá que esperar para forjar una experiencia imborrable.
A algo más de una hora en coche desde la capital, Pampaneira se presenta como una muy buena opción para pasar unos días de descanso en un paraje único y con mucha oferta para el forastero. Perderse por sus singulares calles siempre es una opción a tener en cuenta. Sin ninguna pretensión de ser reiterativo de más, pasear bajo el techo de madera de los tinaos y rodeado de coloridas macetas por el Lavadero del Cerrillo o la Fuente Gaseosa de Sonsoles -que, como su nombre indica, desprende agua con gas de sus caños- no se hace a diario.
Todo paseo puede finalizar (o empezar) en algún mirador de la localidad para admirar las bellas e insólitas vistas del Barranco de Poqueira u otras poblaciones cercanas como Capileira o Bubión. El paseo García Lorca o la calle Real son claros ejemplos de ello.
Además, en época de calor, el agua no escasea por las distintas fuentes de Pampaneira. Una de ellas, concretamente la de Chumpaneira, dice vertir aguas sanadoras de un problema muy común. Al lado de una elocuente poesía, la fuente también llamada de San Antonio 'cura' la soltería.
Para coger fuerzas durante la aventura, nada mejor que dejarse llevar por la gastronomía local. La Plaza de la Libertad, que acoge la Parroquia de Santa Cruz, cuenta con numerosas terrazas y bares con excelentes productos típicos de la zona basados en la carne, guisos o el pescado de río.
Pampaneira se enmarca en un paraje natural muy aprovechable para aquellos que desean pasar unos días rodeados de naturaleza. De hecho, desde la misma Plaza de l Libertad se inicia la ruta del Barranco de Poqueira, que pasa también por Bubión y Capileira. En total, cerca de diez kilómetros de media y alta montaña para disfrutar de una gran vista de Sierra Nevada, así como de las moreras y castaños que se extienden al paso del río Poqueira.
También se pueden practicar otros deportes de montaña, como el barranquismo y, por supuesto, vivir las fiestas del municipio. Las fiestas patronales de Pampaneira tienen lugar el 3 de mayo, aunque antes se producen otras como la Fiesta de la Marauca, en la que se asan castañas en hogueras callejeras el Día de Todos los Santos, o la Feria de Artesanía, Agricultura y Turismo de la Apujarra, fechada para el 12 de octubre.
A todo esto hay que añadirle una visita al Castillo de Poqueira, situado entre Pampaneira y Pitres, datado de los siglos XII y XIII. Un castillo nazarí que antiguamente protegía la Taha de Poqueira y que ahora tiene un rol de mirador. Porque todo lo vivido en el presente ayudará a completar los dibujos del futuro.
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Martin Ruiz Egaña y Javier Bienzobas (gráficos)
Inés Gallastegui | Granada
David S. Olabarri y Lidia Carvajal
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