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Aida Ortiz
Granada
Jueves, 19 de septiembre 2019, 12:24
Los meses de septiembre y octubre son los más idóneos para bucear y practicar snorkel, ya que es la época del año en que las temperaturas son más moderadas, las playas están menos abarrotadas y la fauna marina aumenta y puede ser avistada más ... fácilmente. La Costa Tropical, además, es uno de los lugares más adecuados para practicar este deporte acuático, por la riqueza de sus fondos marinos y por la belleza de sus parajes naturales. Es por eso que se han asentado en este entorno distintas empresas dedicadas a los deportes acuáticos, que ofrecen bautismos de buceo en distintas zonas del litoral, así como cursos de distintos niveles.
Y es que las playas de la costa granadina cuentan con numerosos peñones y cerros abruptos, en los que encontramos distintas zonas rocosas, escenarios idóneos para la práctica del buceo. En este último fin de semana del verano, muy indicado para este tipo de deportes acuáticos, te proponemos 5 lugares para despedir la etapa estival bajo el mar.
La Punta de la Mona es una montaña submarina que alcanza los 50 metros de profundidad, ubicada en el término de Almuñécar, entre la playa de Cotobro y La Herradura. En este paraje encontramos distintos puntos de inmersión, con profundidades de 40-50 metros en algunos puntos junto al acantilado, por lo que pueden practicar buceo aficionados de todos los niveles.
Sus fondos marinos forman una lengua que se adentra entre las rocas, albergando uno de los ecosistemas marinos más ricos de la Costa Tropical. Cuenta con una gran variedad de microfauna, como los abundantes nudibranquios, así como distintos tipos de coral. Además, es posible avistar bancos de depredadores pelágicos como peces limón, dentones, espetones y peces luna.
Cerro Gordo es el centro de un parque natural que engloba ecosistemas rocosos, riberas, acantilados, litorales y hábitat submarinos repletos de biodiversidad, ubicado entre los municipios de Nerja, de la provincia de Málaga, y Almuñécar. Para entender la riqueza biológica del Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo, hay que conocer lo que se oculta bajo sus aguas, que alberga una variedad faunística y de flora difícil de encontrar en otros puntos del Mediterráneo. Las zonas de buceo discurren entre grietas y cuevas de fácil acceso.
Las más significativas de las especies vegetales son la posidonia oceanica, zostera marina y cymodocea nodosa. A su abrigo conviven también corales, esponjas y una amplia variedad de peces, algunos de vivos colores como el pez doncella o espectaculares como el pez luna.
Entre la Caleta de Salobreña y el Tesorillo de Almuñécar, la costa ofrece espacios singulares con formaciones geológicas dignas de observación. El fondo marino está formado por espacios llanos de escasa profundidad, donde se depositan bancos de arenas, que favorecen el crecimiento de praderas de fanerógamas, unas plantas marinas que forman parte de un complejo ecosistema de alto valor biológico. Un paraje catalogado como Zona Especial de Conservación de Acantilados y Fondos Marinos (ZEC).
Se trata de una zona de bancales, que se definen como bancos de arena en aguas poco profundas, en los que encontramos fanerógamas existentes en el Mediterráneo, posidonia oceanica y cymodocea nodosa, en terrazas de un máximo de 20 metros de profundidad. Estos bancales marinos son un tipo de plataforma geológica que tiene especial relevancia en mares como el Cantábrico o el Atlántico, y que en el Mediterráneo, se encuentra sobre todo en la costa granadina.
En cuanto a la fauna, en el medio marino de los acantilados de Tesorillo-Salobreña se encuentran el coral anaranjado y la tortuga boba, pero también el caballito de mar, las lapas ferruginosa y negra, el molusco tubiforme y el dátil de mar.
Otra zona de buceo muy interesante del litoral granadino es la ubicada en el término municipal de Calahonda, que alberga la mayor concentración de una especie 'vulnerable' a la extinción, astroides calycularis, que domina toda la zona comprendida entre Calahonda y los acantilados de Castell, conformando la gran reserva de coral del litoral andaluz. Bucear en las aguas de los acantilados permite observar formaciones de pólipos anaranjados que aportan una bella imagen en las oscuras rocas de la costa. Además, encontramos grupos de mojarras, herreras y sargos sobre un fondo pedregoso a un máximo de 10 metros de profundidad.
La suavidad de las corrientes, además, hace de este paraje un lugar idóneo para la práctica del buceo.
En los arenales y acantilados submarinos de La Rábita y el delta de la Contraviesa, se ubica el fondo marino que los árabes llamaron 'Gran Çehel', cuyo significado es 'la gran costa'. Una franja litoral que precede a las fértiles tierras de la Alpujarra Baja y en la que encontramos una especie de singular belleza. Son las medusas cotylorhiza tuberculata, una de las tres especies existentes en el Mediterráneo, a la que los pescadores y buceadores conocen con el nombre de 'agua cuajada' y también 'huevo frito' por su forma y color.
Nadar junto a medusas de esta especie, de toxicidad mínima para el hombre, mantener sus ritmos cadenciosos y observar los alevines de peces que se protegen entre sus tentáculos, es toda una experiencia para quienes practican buceo o 'snorkel'.
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