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Uno de los puntos de la ruta del sendero de la Cerrada, en Castril. Juan Ortiz
La ruta más 'colgante' de Granada

La ruta más 'colgante' de Granada

Senderismo en Granada ·

Bajo la Peña de Castril transcurre el sendero de la Cerrada, toda una aventura entre rocas, obstáculos y agua en el corazón de este promontorio granadino

Ángel Mengíbar

Jueves, 20 de enero 2022, 01:44

El invierno granadino depara estampas llenas de colorido en su entorno más natural. Así ocurre en la localidad de Castril, situada en la comarca de Huéscar, al norte de la provincia. Con algo más de 2.000 habitantes, Castril acoge el sendero de la Cerrada, una autética joya senderista que se erige entre puentes colgantes, túneles y un río que transcurre por un paraje único en Granada.

Se trata de una ruta corta, de un kilómetro y medio de longitud, y de una pendiente poco pronunciada. La mayor dificultad al realizar el recorrido la vivirán los que padezcan vértigo. La Cerrada del río Castril pasa por puentes colgantes o pasarelas por encima de su cauce, que son los grandes atractivos del lugar para los aventureros más intrépidos.

El recorrido se inicia bajo la mirada de la Peña de Castril, un promontorio en cuyas faldas nació la población de Castril hace más de 2.000 años. Consta de un mirador situado a 100 metros de altura que ofrece unas espectaculares vistas de todo el enclave. Junto al Paseo de la Voz Dormida se halla el sendero por el que comienza el viaje de una hora de duración hacia el corazón del río Castril.

Ruta del sendero de la Cerrada del río Castril

  • Distancia 1'5 km

  • Duración 1 hora

  • Dificultad Asequible

  • Altitud máxima 906 m

Pocos pasos después de coger tal camino, una pasarela sale al encuentro de los visitantes a la altura de una antigua fábrica. Esa pasarela de madera va pegada a la pared de roca que marca el recorrido del cauce fluvial. El agua pura y fría dará sensación de invierno, mientras que su sonido al chocar con las piedras romperá el silencio tan habitual de la naturaleza. Tras superar tal pasarela, se llega a un punto fuerte de la ruta.

Los temerosos a las alturas habrán de tener cuidado y, sobre todo, no mirar abajo. Por encima del río, un puente colgante ayudará a los aventureros senderistas a cruzar al otro lado del camino, que se parte en dos para dejarle paso al transcurso de las aguas del río. Tras superar este obstáculo al más puro estilo Indiana Jones, llega el momento de pasar a la oscuridad.

El interior de la galería excavada en la tierra de la ruta de la Cerrada. Patronato de Turismo

En el interior de la montaña

La montaña abre su piel y muestra sus entresijos tras el puente colgante. A través de una galería de casi unos 100 metros, los visitantes atraviesan la roca con la única luz que penetra en la misma desde el otro lado. Allí aguarda un salto de agua, el momento perfecto para coger aire, reponer fuerzas y afrontar el final de la aventura.

Tras apreciar el poder de la fuerza de la gravedad, los visitantes proseguirán el camino lejos del cauce del río Castril. Un antiguo molino, reconvertido en alojamiento y restaurante, indica que el sendero de la Cerrada ha llegado a su fin. El viaje más colgante de la provincia de Granada.

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